La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ha decidido flexibilizar las normativas para la comercialización de repelentes. Esta medida, que regirá hasta el 31 de marzo de 2025, permite a los laboratorios eludir la presentación de informes de eficacia para nuevos productos, siempre que cumplan con tres criterios específicos. La decisión también incluye a los productos importados, en un intento por evitar los problemas de stock vividos en años anteriores.
Los requisitos establecidos por la ANMAT son claros: los repelentes deberán estar formulados con sustancias activas aprobadas, como DEET, IR3535, picaridina, aceite de eucalipto limón, citronella o menthanediol, respetando las concentraciones establecidas. Además, deberán ajustarse a los tiempos de reaplicación indicados en el envase, basados en datos de productos similares. En caso de no cumplir con estas condiciones, los laboratorios estarán obligados a realizar ensayos de eficacia y cumplir con las normativas de rotulado correspondientes.
En declaraciones recogidas por La Nación, se destaca que “los repelentes deben garantizar al menos un 95% de eficacia para su aprobación”. Asimismo, se especifican los tiempos de protección según el principio activo y su concentración, variando desde dos horas para formulaciones con citronella o bajas concentraciones de DEET, hasta ocho horas para productos con altas concentraciones de DEET o picaridina. Además, la excepción no solo se limita a los repelentes líquidos, sino que abarca también tabletas, espirales y otros productos basados en piretroides.
El Ministerio de Salud aseguró que hay un stock suficiente para cubrir la demanda en las zonas afectadas, con 13 millones de unidades ya distribuidas y una producción estimada de 70 millones de unidades más en las próximas semanas. Sin embargo, la medida ha generado dudas sobre si esta flexibilización podría impactar en la calidad y seguridad de los productos. ¿Es esta la mejor estrategia para enfrentar la epidemia de dengue, o estamos ante una decisión que prioriza la cantidad sobre la calidad? El tiempo y la próxima temporada de dengue darán las respuestas.