El pañuelo blanco de las madres de plaza de mayo es un símbolo indeleble de la lucha por los Derechos Humanos en Argentina. Su historia se remonta a un contexto político marcado por la militancia juvenil de las décadas de 1960 y 1970, en medio de dictaduras y proscripciones que impulsaron a miles de jóvenes a participar activamente en la política. Fue en esos años de agitación social y política cuando el pañuelo blanco emergió como emblema de resistencia y búsqueda de justicia.
En octubre de 1977, durante la Peregrinación Juvenil a pie a Luján, un evento que había comenzado en 1975 organizado por un grupo de capellanes con el objetivo de acercar a la juventud a la Iglesia, las madres de plaza de mayo decidieron asistir para visibilizar su reclamo. Este año era particularmente significativo, pues para entonces llevaban más de un año buscando a sus hijas e hijos desaparecidos, recorriendo comisarías, parroquias y tribunales sin recibir respuestas de las autoridades. La primera marcha en Plaza de Mayo ya se había realizado el 30 de abril de ese mismo año, cuando un grupo de madres, lideradas por Azucena Villaflor, comenzó a caminar alrededor de la plaza en demanda de información.
La decisión de asistir a la peregrinación a Luján se tomó en un momento en el que la dictadura cívico-militar se consolidaba, y las desapariciones aumentaban. Era crucial hacer visible su causa no solo en Argentina, sino ante el mundo. Sin embargo, enfrentaron el desafío de reconocerse entre la multitud, por lo que una de las madres propuso utilizar pañales como símbolo de identificación. Estos pañales, puestos sobre sus cabezas, se transformaron en los icónicos pañuelos blancos que hoy conocemos.
Aquel día en Luján no solo marcó un hito en la lucha de las madres, sino que también selló el nacimiento de un símbolo de resistencia que perduraría en el tiempo. Con las fotos de sus hijos e hijas en sus manos, esas mujeres hicieron visible su dolor y su lucha, demostrando que incluso en las condiciones más adversas se podía seguir exigiendo justicia.