lunes 24 marzo, 2025

El Puente La Noria, un emblema del acceso a Lomas de Zamora con de 200 años de historia

El 15 de diciembre de 1994, Ingeniero Budge fue declarada ciudad mediante la Ley Provincial Nº 11.585, marcando un hito en su historia. Desde entonces, la localidad ha experimentado un notable desarrollo con la expansión de sus barrios, la creación de nuevos espacios públicos y la consolidación de una identidad cultural única. Este aniversario es una oportunidad para reflexionar sobre su historia y su patrimonio, destacando al Puente La Noria como uno de los símbolos más representativos de la zona.

El Puente La Noria, símbolo de Ingeniero Budge, es uno de los pasos más transitados sobre el Riachuelo, guarda una historia que se remonta a los tiempos coloniales. En sus comienzos, era conocido como Paso de Zamora, un simple vado con fondo firme de tosca que facilitaba el cruce del río. Por su cercanía a una noria instalada por Gregorio Rodríguez para extraer agua, también se lo llamaba “Paso de la Noria”, nombre que perduraría a través de los siglos.

Durante las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, este antiguo paso cobró protagonismo histórico. La División Gower del ejército británico lo utilizó para avanzar hacia Buenos Aires durante su primer intento de conquista. En la segunda invasión, el 28 de junio de 1807, las tropas británicas comandadas por John Whitelock cruzaron nuevamente por este punto estratégico. Desde allí, las fuerzas extranjeras se dirigieron hacia el corazón de la ciudad, enfrentando a una resistencia compuesta por militares y vecinos que lucharon con valentía.

Ya en el siglo XIX, el Paso de la Noria se consolidó como un lugar clave para las comunicaciones. Con durmientes de quebracho, se mejoró la seguridad del cruce y se fortaleció el lecho del río. En 1871, el ingeniero Luis A. Huergo lideró un proyecto para reemplazar la precaria estructura con un puente metálico. Los materiales, importados de Gran Bretaña, incluían tramos de acero y pavimento de granito. Sin embargo, la inauguración del puente demoró más de tres décadas y se concretó recién en 1906.

Décadas más tarde, en 1935, el gobierno impulsó un ambicioso plan para modernizar el área. Como parte de la rectificación del curso del Riachuelo, el Paso de la Noria fue desplazado 600 metros al oeste, y un nuevo puente se erigió para soportar el creciente tránsito. Este puente metálico, con capacidad para 15.000 vehículos diarios, fue inaugurado en 1936 y marcó un hito en la infraestructura vial de la época.

Hoy, el Puente La Noria sigue siendo un emblema del desarrollo en la región, conectado con la Avenida General Paz y manteniendo su importancia como vía de tránsito clave. Su estructura, pintada de amarillo y blanco, no solo recuerda su pasado histórico, sino también su constante adaptación a las necesidades del presente.

Desde un simple vado hasta un puente moderno, La Noria ha sido testigo de más de dos siglos de transformaciones. Su historia, entremezclada con eventos clave como las Invasiones Inglesas y los avances tecnológicos liderados por ingenieros como Huergo, lo convierte en un símbolo del vínculo entre pasado y presente sobre el Riachuelo.

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