Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) expone una crítica situación habitacional en el país. Según los datos del segundo semestre de 2024, solo el 60% de los hogares argentinos son dueños tanto de su vivienda como del terreno. A su vez, el 22% vive en alquiler, lo que evidencia una creciente dependencia del mercado inmobiliario.
El estudio, basado en 10,2 millones de hogares de 31 aglomerados urbanos, también revela que el 6,5% posee únicamente la vivienda, sin ser propietario del terreno. Además, casi dos millones de personas (6,3%) viven cerca de basurales, y alrededor de tres millones (10,1%) en zonas con riesgo de inundación.
Uno de los datos más alarmantes está vinculado al acceso a los servicios básicos: el 51% de los hogares no tiene conexión simultánea a agua corriente, gas natural y cloacas. En detalle, el 10,9% no dispone de agua potable, el 38% no cuenta con gas de red y el 30,7% carece de desagüe cloacal.
Respecto a la calidad de las viviendas, el informe señala que el 81,4% de los hogares se encuentran construidos con materiales adecuados. Sin embargo, un 6,5% vive en viviendas con materiales de calidad deficiente, y el 12,1% en hogares con condiciones solo parcialmente adecuadas.
El hacinamiento también es un problema significativo: el 2,2% de los hogares —unos 227.000— presenta hacinamiento crítico, afectando a más de 1,2 millones de personas.
Estos indicadores representan un panorama preocupante que pone en evidencia la urgencia de implementar políticas públicas eficaces que garanticen el acceso a una vivienda digna y a condiciones básicas de habitabilidad para millones de argentinos.
