El Vaticano confirmó que el Papa Francisco está afrontando un cuadro complejo de neumonía bilateral, lo que lo mantiene internado en una clínica de Roma. Según el parte médico oficial, la infección polimicrobiana, sumada a antecedentes de bronquiectasias y bronquitis asmática, ha complicado el tratamiento y requerido el uso de antibióticos y cortisona. Esta situación llevó a la cancelación de sus compromisos programados para el próximo fin de semana.
A pesar de que el Papa de 88 años se encuentra en un estado clínico estable, el pronóstico sugiere que la hospitalización continuará, lo que generó preocupación en todo el mundo. En su quinto día de internación, Bergoglio expresó su agradecimiento por los numerosos mensajes de apoyo recibidos, especialmente aquellos de personas hospitalizadas, a quienes les envió su oración y cariño. “Reza por ellos y pide que recen por él”, informaron desde el Vaticano.
Este episodio de salud del Papa es el cuarto en menos de cuatro años, y ha reavivado las preocupaciones sobre su condición física, que ha enfrentado múltiples problemas, entre ellos, dolencias en la cadera, rodilla y repetidas infecciones respiratorias. En medio de la incertidumbre, el Papa ha sido un referente de fortaleza, pero la situación pone de relieve los desafíos de salud que enfrenta en su avanzada edad.
El Vaticano, por su parte, pedió a los fieles que continúen rezando por su pronta recuperación, mientras la comunidad internacional sigue de cerca su evolución. La salud del Papa Francisco no solo es motivo de preocupación para los católicos, sino que también genera una reflexión sobre su liderazgo y el futuro de la Iglesia ante sus recurrentes problemas de salud.
