El próximo domingo, a las 21 horas y en el Dolby Theatre de Hollywood, se realizará la 97ª edición del Premio Oscars. La ceremonia estará conducida por primera vez por el comediante Conan O’Brien, y en ella se entregarán 23 estatuillas.
Entre las nóminas más disputadas están las de mejor actriz y mejor actor, la Academia tiene asignadas las nominaciones para “Mejor actriz” a Cynthia Erivo en Wicked, Karla Sofía Gascón en Emilia Pérez, Mikey Madison en Anora, a Demi Moore en La sustancia y Fernanda Torres en Aún estoy aquí.
Hay dos desempeños que se destacan de estas nominaciones. Inclusive, entre ella hay una que sobresale. Demi Moore, que llega a esta nominación con una carrera consagrada, es un nombre conocido y respetado en Hollywood. En esta oportunidad llega con una actuación fenomenal, algo fuera de lo común para lo que venía siendo su trayectoria. Su desempeño en La sustancia hace más profunda la trama, a través de un personaje y su obsesión con el paso del tiempo, con la belleza y con perder protagonismo.
Mikey Madison, un nombre mucho menos reconocido, pero ya con varias películas que le permitieron destacarse, entre ellas tiene una participación en “Erase una vez en Hollywood”. En Anora, Madison encarna a una joven bailarina de un club que se enamora y debe llevar adelante una relación rentada – una suerte de lado B del clásico Mujer bonita (1990)- que tiene el desafío de no caer en lo burdo y exagerado, lo poco creíble, sin embargo, este no es el caso.
Del otro lado del género binario, tenemos las nominaciones a “Mejor actor”. Los nominados son Adrien Brody por su labor en The Brutalist, Timothée Chalamet por Un completo desconocido, Sebastian Stan por lo realizado en El aprendiz, una contundente biopic del hoy presidente de los Estados Unidos, Donald Trump; Colman Domingo y su actuación en Sing Sing y, por último, Ralph Fiennes por rol protagónico en Cónclave.
Al igual que en la terna femenina, aquí encontramos dos ejemplos de actores que por un lado un veterano que supo destacar entre el cine de industria y producciones independientes, junto a un joven con futuro promisorio: se trata de Adrien Brody, que consagra una gran trayectoria con una película señalada como una obra de arte y luego a Timothée Chalamet que suma dos protagónicos en este año.
