El gobierno de Javier Milei autorizó un incremento del 1% promedio en naftas y gasoil que implicará un ajuste de entre 10 y 14 pesos por litro desde el 1 de junio, para compensar la suba de un impuesto. Ayer, las estaciones de servicio de YPF aplicarán una suba que llevará el precio de la nafta súper a $1.184 el litro y el de la premium a $1.403. el gasoil, en tanto, pasará a costar $1.190.
La suba supone un nuevo golpe al bolsillo de los automovilistas, luego de que, a comienzos de mayo, la petrolera estatal hubiera dispuesto una baja promedio del 4% por la caída en los valores internacionales del petróleo. según explicó la empresa, “YPF renueva su compromiso de mantener un acuerdo honesto con los consumidores, que se basa en el monitoreo continuo de las principales variables que componen el precio de sus productos: precio internacional del petróleo, tipo de cambio, impuestos a los combustibles y biocombustibles”.
Desde el sector anticipan que el resto de las petroleras se sumará al ajuste a lo largo de la semana, replicando el movimiento de la firma de mayoría estatal. esta decisión se produjo tras el diferimiento que había dispuesto el gobierno en la actualización del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, postergando un aumento que se acumulaba desde marzo de 2024.
Los analistas advierten que, pese a que el incremento resultará acotado en términos porcentuales, las sucesivas alzas y bajas generan incertidumbre en los usuarios y erosionan el poder adquisitivo. de nuevo, el consumidor deberá afrontar un costo mayor por llenar el tanque, mientras la recaudación fiscal asume parte de la carga del impuesto diferido.
