El Ministerio de Capital Humano, bajo la dirección de Sandra Pettovello, ha anunciado la disolución de más de una decena de programas sociales y culturales de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia. Según el gobierno, la decisión responde al supuesto objetivo de “lograr una buena gestión y administración eficiente de los recursos”. A través de las resoluciones publicadas este jueves en el Boletín Oficial, el Ejecutivo argumentó que la “readecuación y unificación de la normativa” resulta esencial para eliminar la duplicidad de programas y optimizar el uso de los fondos públicos.
Entre los programas que fueron eliminados se encuentran iniciativas clave que buscaban fortalecer la participación comunitaria y los derechos de los niños y adolescentes. Por ejemplo, “Participar en Comunidad” tenía como objetivo promover la integración social de sectores vulnerables mediante el fortalecimiento de los Centros Integradores Comunitarios, mientras que el “Programa Nacional de Promoción y Protección de Derechos” trabajaba en garantizar el desarrollo pleno de los niños y su integración familiar.
La medida también afectó programas como “Espacio Unzué” y “Colonia Gutiérrez e Inchausti”, que estaban orientados a promover la convivencia familiar y fortalecer el sistema de protección de derechos de menores. Otros programas como el “Programa Nacional de Derecho al Juego” y el “Programa de Promoción de Actividades Recreativas y Socio Comunitarias” también fueron disueltos, dejando sin cobertura a miles de niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad.
Además de la eliminación de estos programas, el gobierno aclaró que los trabajadores afectados por las reestructuraciones quedarán en situación de “disponibilidad” por un máximo de 12 meses, conforme lo establece la Ley Marco de Regulación de Empleo Público Nacional. Esta medida afecta a personal de distintas áreas, que hasta el momento venía participando activamente en la implementación de estos programas sociales.
El Ejecutivo destacó que, en su búsqueda por una “gestión eficiente”, es fundamental revisar y optimizar los recursos destinados a políticas públicas, especialmente en tiempos de restricciones económicas. Sin embargo, la disolución de estos programas ha generado críticas entre organizaciones sociales y opositores, quienes cuestionan el impacto negativo sobre los sectores más vulnerables, especialmente los niños y adolescentes que quedarán sin el respaldo de estas iniciativas.
