La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) llevo a cabo este miércoles un paro con un 90% de acatamiento a nivel nacional, en el marco de un conflicto por paritarias y en oposición a la reforma laboral. El dirigente Rodolfo Aguiar, referente del gremio, precisó el nivel de adhesión y convocó a una escalada de las protestas, incluyendo la posibilidad de cortes de ruta durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Aguiar, que tuvo un reciente cruce con la ministra Bullrich, argumentó que la reforma laboral en discusión busca “restringir el derecho de huelga y hasta prohibir todas las asambleas”. El dirigente aseguró que el contenido de la reforma es conocido y que profundiza la desregulación planteada en la Ley Bases, afirmando que con esta medida “no van a crear un sólo puesto de trabajo nuevo”. El gobierno, a través de Manuel Adorni, ha desestimado estos señalamientos, garantizando que no se alterará la Ley de Empleo Público.
El reclamo salarial constituye el otro pilar del conflicto. Aguiar informó que, tras 23 meses, los sueldos del sector público han sido “destruidos”, forzando a decenas de miles de trabajadores estatales por debajo de la línea de pobreza en un contexto de búsqueda de superávit fiscal. El dirigente completó que la mayoría de los trabajadores adeudan más de un salario y medio, haciendo un llamado a la organización del movimiento obrero para la defensa colectiva de sus derechos.
