Las egresadas del Colegio Nuestra Señora de Lourdes de Banfield viajaron a San Pedro para revivir su experiencia estudiantil. Entre risas, sorpresas y remeras de promoción, compartieron tres días que reforzaron una amistad de cuatro décadas.
La hermandad que forjaron en las aulas del Lourdes de Banfield volvió a latir con fuerza cuando nueve exalumnas emprendieron una escapada a San Pedro para festejar los 40 años de egresadas. Fue un reencuentro largamente esperado: la pandemia frustró la celebración de los 35 años, pero esta vez nada las detuvo. Con organización, ganas y mucha memoria emotiva, armaron una travesía que buscó replicar —a su manera— aquel viaje adolescente que no pudieron repetir en Bariloche.
“Nosotras somos compañeras del primario y secundario, pero el aniversario es de cuando concluimos todos los estudios. Lo que intentamos hacer es recordar y recrear nuestro viaje de egresadas, pero más cerca porque no nos dio el presupuesto para ir a Bariloche”, contó Claudia, una de las protagonistas del encuentro en el Apart Club San Pedro. El grupo incluso mandó a imprimir remeras idénticas a las que habían elegido cuando tenían apenas 17 años.
Durante tres días, las exalumnas revivieron anécdotas, grabaron videos “para el TikTok”, hicieron un desfile de egresadas y se dejaron sorprender por la aparición de tres compañeros varones del primario. “Pasamos tres días increíbles donde no faltaron las risas, los videos para el TikTok, el desfile de egresadas y las sorpresas porque aparecieron tres compañeros varones que eran compañeros en la primaria”, relataron. La visita de los excompañeros fue uno de los momentos más sensibles, especialmente para quienes no los veían desde hacía 45 años.
La amistad, construida en Banfield y Lomas, sigue firme gracias a un grupo de WhatsApp que reúne a quienes compartieron el primario y el secundario. Sólo una de las integrantes, hoy residente en Entre Ríos, no pudo sumarse al viaje. Aun así, el vínculo permanece vivo y el festejo continuará: ya están organizando un baile de egresadas para seguir celebrando.
“En este viaje hubo de todo, muchas lágrimas, emoción por lo compartido, risas, pero todo en un clima muy amigable porque seguir juntos después de tanto tiempo es maravilloso”, resumió Claudia, convencida de que estos lazos —nacidos en los pasillos del Colegio Nuestra Señora de Lourdes— siguen siendo un refugio donde el tiempo parece detenerse.
