Casi tres de cada diez personas en la Argentina urbana declararon haber tenido síntomas ansiosos y/o depresivos en 2024, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
El estudio reveló que el malestar psicológico pasó del 18,4% en 2010 al 28,1% en 2024, lo que implica un aumento sostenido durante los últimos 14 años. “En apenas catorce años, la proporción de adultos con síntomas ansiosos o depresivos se incrementó diez puntos porcentuales”, subrayaron los especialistas.
El análisis longitudinal entre 2022 y 2024 mostró que un 58% de la población se mantuvo estable sin síntomas, un 5% presentó malestar persistente, un 12% tuvo un patrón intermitente y un 18% empeoró su salud mental en 2024. En total, dos de cada diez adultos experimentaron un deterioro psicológico en un lapso muy corto.
Entre los principales factores de riesgo, el informe señala el sexo, la salud física, la situación laboral y el nivel socioeconómico. Ser mujer, padecer enfermedades crónicas, estar desempleado o vivir en condiciones de precariedad incrementa significativamente la probabilidad de sufrir síntomas. Además, la combinación de edad avanzada, problemas de salud y empleo inestable conforma un perfil de alto riesgo.
Los investigadores enfatizaron que estos datos reflejan la necesidad urgente de incorporar la salud mental como un eje prioritario en las políticas públicas y en las estrategias de bienestar social del país.
