sábado 3 mayo, 2025

Malvinas: se cumplen 43 años del hundimiento del crucero General Belgrano

Este 2 de mayo se cumple un nuevo aniversario del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”, uno de los hechos más estremecedores y dolorosos de la Guerra de Malvinas. La tragedia ocurrió en 1982, en plena contienda con el Reino Unido por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.

A bordo de la nave viajaban 1.093 tripulantes de la Armada Argentina. En el ataque murieron 323 de ellos, convirtiéndose en el mayor número de bajas argentinas durante el conflicto. La fecha se recuerda año tras año con homenajes a los caídos y con renovadas reflexiones sobre lo ocurrido.

El Belgrano fue alcanzado por dos torpedos disparados desde el submarino británico HMS Conqueror. El ataque tuvo lugar fuera de la zona de exclusión establecida por el Reino Unido alrededor de las Islas Malvinas, lo que generó, desde entonces, una fuerte controversia internacional.

El crucero había sido construido en Estados Unidos en 1938, bajo el nombre de USS Phoenix. Combatió en la Segunda Guerra Mundial y sobrevivió al ataque japonés a Pearl Harbor. El crucero fue adquirido durante el gobierno de Perón en 1951, donde fue rebautizado primero como “17 de Octubre” y luego como “General Belgrano”.

Durante décadas, el buque sirvió como una de las unidades más emblemáticas de la Armada Argentina. Tenía 180 metros de eslora, desplazaba más de 13.000 toneladas a plena carga y estaba equipado con cañones, artillería antiaérea y, tras su modernización, misiles Sea Cat.

En el contexto del conflicto del Atlántico Sur, el Belgrano cumplía funciones como parte del dispositivo naval argentino. El 2 de mayo de 1982, mientras navegaba por fuera de la zona de exclusión marítima, fue atacado sin previo aviso, comenzando su hundimiento a las 17 horas.

La zona de exclusión había sido impuesta unilateralmente por el Reino Unido, y comprendía un radio de 200 millas náuticas desde las islas. La acción bélica británica, ocurrida fuera de ese límite, desató críticas tanto a nivel nacional como internacional.

Según testimonios históricos y análisis posteriores, el Reino Unido había advertido que se reservaba el derecho a atacar cualquier amenaza potencial, dentro o fuera del área delimitada. Sin embargo, la decisión de atacar un buque que se alejaba del área de combate fue interpretada por algunos sectores como un posible crimen de guerra.

Tras el ataque, el Belgrano se hundió en menos de una hora. Sus sobrevivientes, más de 700 hombres, resistieron durante días en balsas a la deriva, soportando el frío extremo del océano. El operativo de rescate se extendió en condiciones adversas.

El hundimiento del crucero es, hasta la fecha, el único caso en que un submarino nuclear hundió a un buque en guerra. Las consecuencias políticas del ataque alcanzaron incluso al Reino Unido, donde la entonces primera ministra Margaret Thatcher recibió fuertes cuestionamientos.

Cada año, familiares de las víctimas, veteranos y autoridades militares recuerdan el sacrificio de los 323 marinos que perdieron la vida en cumplimiento del deber. La memoria colectiva sigue viva en actos, monumentos y relatos que buscan mantener encendida la historia.

El caso del General Belgrano sigue siendo objeto de estudio y debate. Para muchos analistas, fue una acción decisiva que marcó un antes y un después en la guerra. Para los argentinos, es también un símbolo de honor, servicio y una herida abierta en la historia nacional.

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