El crimen de un niño de 8 años, asesinado por su padre en Lomas de Zamora, mantiene en estado de shock a toda la comunidad mientras avanza la investigación judicial. El autor del hecho, Alejandro Ruffo (52), permanece internado en grave estado en el Hospital Gandulfo, bajo custodia policial, tras intentar quitarse la vida luego del crimen.
La causa, que fue caratulada como “homicidio agravado por el vínculo” por la fiscal Fabiola Juanatey, titular de la UFI N°2 de Lomas, se encuentra en una etapa clave. La justicia busca determinar si el acusado comprende la criminalidad de sus actos, luego de que su esposa manifestara que sufría problemas psiquiátricos. Por ello, las pericias psicológicas y psiquiátricas serán fundamentales para establecer su imputabilidad y si está en condiciones de afrontar un juicio.
Según indicaron fuentes judiciales, la principal hipótesis que se maneja es la de un filicidio por venganza, en el marco de una separación que Ruffo no aceptaba. El testimonio de la madre del menor, quien habría sido víctima de amenazas previas, será una pieza clave para reconstruir lo ocurrido y confirmar si existían antecedentes de violencia familiar.
El hecho ocurrió en medio de lo que podría haber sido una discusión, en el contexto de una trama familiar tensa que se habría prolongado durante los últimos meses. Al llegar al domicilio, la Policía bonaerense encontró al hombre con heridas graves y manchas de sangre. En otra habitación, el cuerpo sin vida del niño estaba sobre una cama. Personal del SAME constató su fallecimiento en el lugar.
Desde el colegio donde trabajaba Ruffo, aclararon que realizaba tareas administrativas y no estaba en contacto con alumnos, desmintiendo versiones que lo ubicaban como preceptor. Además, señalaron que no tenía denuncias ni antecedentes previos por violencia.
Mientras Ruffo permanece internado, bajo estricta vigilancia, la justicia continúa reuniendo pruebas para esclarecer los hechos y determinar cómo se desencadenó este crimen que conmueve a toda la comunidad.
