La ONG lomense Caballos Libres del Sur, dedicada a salvar caballos víctimas del maltrato humano, continúa con su labor de recolección de materiales reciclables para financiar el cuidado de los animales rescatados. Esta iniciativa no solo ayuda a garantizar el bienestar de los equinos, sino que también promueve la conciencia ambiental al reducir la cantidad de residuos que se producen a diario.
La tarea consiste en la recolección de plásticos (tapitas, recipientes y envases), metales (aerosoles, latas y conservas), vidrios (botellas), así como papel y cartón. Estos materiales son posteriormente comercializados a recuperadores urbanos, generando así los fondos necesarios para afrontar los altos costos operativos, entre los cuales se destacan el alquiler del refugio, la alimentación, los medicamentos y el cuidado de los animales.
A través de esta recolección de reciclables, Caballos Libres del Sur no solo asegura la alimentación y el bienestar de los caballos rescatados, sino que también contribuye al cuidado del medio ambiente, fomentando el reciclaje y la reducción de residuos.
La organización, que alberga decenas de caballos en un terreno alquilado, enfrenta gastos mensuales que superan los $2 millones. Estos costos incluyen, además del alquiler del campo, la alimentación especializada, los cuidados médicos y el tratamiento de los caballos rescatados. Por este motivo, Caballos Libres del Sur hace un llamado a los vecinos para que se sumen como socios y realicen aportes mensuales que ayuden a mantener su valiosa labor.
Además, la ONG habilitó varios puntos de acopio en diferentes localidades para facilitar la recolección de los materiales reciclables. Estos puntos están distribuidos en Lomas de Zamora, Temperley, Llavallol, Lanús y San Telmo, y están disponibles para quienes deseen colaborar en esta causa solidaria.
Para comunicarse con la organización, los interesados en ayudar pueden enviar un mensaje directo al Instagram de la ONG.
Con su esfuerzo constante y el apoyo de la comunidad, Caballos Libres del Sur brinda una segunda oportunidad de vida a los caballos maltratados y demuestra que la solidaridad y el compromiso ambiental pueden ir de la mano en la protección de los animales y el planeta.