jueves 23 enero, 2025

La Catedral de Lomas de Zamora cumplió 159 años de su erección canónica

El 12 de octubre de 1865, por decreto del arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mariano José de Escalada Bustillo y Ceballos, se llevó a cabo la erección canónica de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz, la cual se convirtió en uno de los hitos fundacionales de la ciudad de Lomas de Zamora. La historia del templo y su construcción está estrechamente ligada al proceso de autonomía municipal que vivió la localidad en la segunda mitad del siglo XIX.

La erección canónica se refiere al proceso de construcción y fundación de un recinto religioso de acuerdo con las prescripciones generales de una comunidad eclesiástica.

Previo a la creación de la parroquia, Lomas de Zamora dependía administrativamente de Barracas al Sud, y antes de eso del pago de la Magdalena. Sin embargo, la comunidad buscaba su emancipación definitiva, un hecho que se consolidó con la creación del partido de Lomas de Zamora y la fundación de instituciones clave para la organización social y religiosa de la zona.

El nombre del templo, Nuestra Señora de la Paz, se eligió como símbolo de conciliación tras los conflictos entre Buenos Aires y la Confederación Argentina luego de la batalla de Cepeda en 1859. Esta advocación quedó también plasmada en el nombre del distrito, que en sus primeros años fue conocido como “Pueblo de la Paz de las Lomas de Zamora”. El estilo arquitectónico proyectado para la obra fue el neo-renacentista, por los arquitectos Nicolás y José Canale, quienes comenzaron los trabajos el 16 de enero de 1860.

El terreno donde se levantó la catedral, junto con el de la Plaza Grigera y el de la Municipalidad, fue donado por Victorio Grigera, uno de los pioneros en la fundación de Lomas de Zamora. En la obra inicial colaboraron figuras destacadas como Bartolomé Mitre, quien colocó la piedra fundamental del templo el 16 de diciembre de 1860. Según crónicas recopiladas por Margarita Casas en su libro “Mujeres y hombres que fundaron Lomas de Zamora”, la administración de las obras quedó en manos de Esteban Adrogué y George Temperley. A esta comisión se sumaron otras personalidades como el canónigo Gabriel Fuentes, Anarcasis Lanús, Francisco Portela, Evaristo Grigera y Roque Estévez Correa.

La erección canónica en 1865 consolidó el papel de la catedral como centro espiritual y punto de referencia para la comunidad, que se estaba organizando políticamente y urbanísticamente. En el transcurso de su historia, el templo no solo ha sido un espacio religioso, sino también un lugar de encuentro y un símbolo de la identidad lomense.

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