jueves 23 enero, 2025

Hoy es el Día del Canillita: cuál fue el origen de esta jornada dedicada a los vendedores de diarios y revistas

Cada 7 de noviembre, Argentina conmemora el Día del Canillita, una jornada dedicada a los vendedores de diarios y revistas, figura emblemática de la prensa escrita y de la cultura urbana del país. La fecha fue instaurada en homenaje a Florencio Sánchez, dramaturgo y periodista uruguayo, autor de la obra Canillita, que narraba la vida de un niño que vendía periódicos en la calle. Esta obra no solo brindó un nombre al oficio, sino que también destacó la realidad de muchos jóvenes trabajadores en las ciudades de principios del siglo XX.

El término “canillita” tiene su origen en el lunfardo porteño y hace referencia a las “canillas” o piernas delgadas, una característica que Sánchez observó en el niño protagonista de su historia, quien usaba pantalones cortos que dejaban sus flacas piernas a la vista. Desde entonces, el nombre quedó arraigado como sinónimo de vendedor de diarios en la Argentina, convirtiéndose en una parte distintiva del paisaje urbano.

El oficio de canillita tiene sus raíces en 1868, cuando el diario La República de Buenos Aires introdujo la costumbre de vender ejemplares en las calles. Inspirados en Nueva York, los dueños del periódico decidieron implementar esta modalidad como una forma de reducir costos de distribución y de hacer llegar las noticias con mayor rapidez a los lectores. En un contexto de pobreza y desempleo, muchos niños se sumaron al trabajo de vender diarios para contribuir al sustento de sus familias, consolidando la figura del canillita como un eslabón fundamental en la difusión de las noticias.

Poco a poco ese oficio fue creciendo en el mundo y, en el siglo pasado y comienzos de este, el diario a papel se convirtió en uno de los pocos medios informativos a los que podían acceder las personas para estar al tanto de lo que pasaba en el mundo. Tal era así que, según los reportes del Sindicato de vendedores de diarios y revistas de la ciudad autónoma de Buenos Aires, en las décadas de los ’80 y ’90, se vendían 4 millones de diarios por día.

Con el tiempo, el oficio del canillita ha enfrentado transformaciones significativas. La expansión de la tecnología y la pandemia del COVID-19 redujeron la demanda de diarios impresos, obligando a los canillitas a adaptarse y a ofrecer nuevos productos. Actualmente, en sus puestos se pueden encontrar desde objetos de colección y discos de vinilo hasta servicios como carga de la tarjeta SUBE, venta de pasajes de transporte, y productos de librería. A través de la resolución 1481/2023, el Ministerio de Trabajo autorizó la venta de estos artículos, regulando formalmente una práctica que los canillitas ya venían adoptando para sostener sus ingresos.
En esta fecha, los canillitas no trabajan y los periódicos suspenden su publicación, en un homenaje que honra su rol fundamental en la historia de la prensa argentina. Aunque los tiempos han cambiado, el espíritu del canillita perdura como símbolo de esfuerzo, perseverancia y adaptación, reflejando la capacidad de un oficio de reinventarse en medio de los desafíos de cada época.

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