La música popular argentina siempre ha tenido en Sandro una figura icónica, un artista cuya voz y presencia escénica trascendieron fronteras y generaciones. Sin embargo, “Tengo una historia así”, un disco de material inédito recién lanzado, nos ofrece una perspectiva completamente nueva del ídolo de América, mostrándolo en su faceta más íntima y creativa.
Este álbum es un hallazgo en todos los sentidos. Compuesto por once canciones, fue rescatado de casetes y cintas originales que Sandro grabó en su hogar de Banfield, utilizando su propio estudio. Estos registros, que incluyen nueve canciones grabadas en casetes de chromo estéreo en un Portastudio y dos en cinta abierta, nos transportan a la esencia misma del artista, donde su voz resuena con una autenticidad y una frescura que sorprenden.
Lo que hace único a “Tengo una historia así” es su capacidad para mostrar a Sandro en todas sus facetas. Desde el rockero pionero en temas como “Hay mucha agitación” y “Eso que se hace de a dos”, hasta el romántico apasionado en “Volviendo a casa”, y el cantante pícaro en “Se te nota”. También encontramos al divo que supo conquistar al público internacional con la italianísima “La vida dura”, y al artista con un inconfundible sello de argentinidad.
El valor agregado de esta producción es el bonus track del disco “Eso que se hace de a dos”, que incluye la participación de Charly García y Pedro Aznar, reunidos nuevamente treinta años después de la memorable grabación de “Rompan Todo” para el disco “Tango 4”. Este reencuentro, inesperado pero potente, añade una capa de nostalgia y calidad musical que eleva aún más este disco.
“Tengo una historia así” no es solo un conjunto de grabaciones encontradas; es una celebración del legado artístico de Sandro, una invitación a redescubrir al artista en su máxima expresión, cuando la creatividad de Sandro fluía libremente en la soledad de su estudio en Banfield. Este disco es un testamento de su genialidad, un recordatorio de que, incluso después de su partida, la música de Sandro sigue viva, resonando con la misma fuerza y pasión que siempre lo caracterizaron. Su inmenso patrimonio artístico continúa creciendo, alimentando la leyenda que es, y siempre será, Sandro de América.