viernes 18 octubre, 2024

Curiosidades de Llavallol: el día que Albert Einstein visitó la localidad lomense

En 1925, Albert Einstein realizó una extensa visita a la Argentina, que dejó huella tanto en la comunidad científica como en la sociedad en general. Durante su estadía, el físico alemán fue recibido con honores por las instituciones más prestigiosas del país y dictó varias conferencias, pero lo que pocos saben es que también encontró un momento de calma en el sur del Gran Buenos Aires, más precisamente en la localidad de Llavallol.

La llegada de Einstein a Buenos Aires estuvo motivada por la invitación de la Universidad De Buenos Aires (UBA), que le otorgó el título de Doctor Honoris Causa, y por la Sociedad Hebraica Argentina. A su arribo, fue recibido por el rector de la UBA, José Arce, y representantes de la comunidad judía como Natan Gesang y Samuel Levy. La visita se dio en el contexto de una Argentina próspera, gobernada por Marcelo T. de Alvear, en plena “Belle Époque”, un período de gran desarrollo cultural y económico.

Einstein brindó doce conferencias, muchas de ellas en el Colegio Nacional De Buenos Aires y en las universidades de Buenos Aires y La Plata. También recorrió Rosario, Montevideo y La Falda, en Córdoba. Sin embargo, su agenda no se limitó solo a actividades académicas. El científico participó en banquetes, entrevistas y visitas oficiales, incluyendo un encuentro con el presidente Alvear, y hasta vivió su primera experiencia de vuelo en un avión Junker.

En medio de este agitado itinerario, Einstein se tomó unos días de descanso en una cabaña ubicada en Llavallol, entonces un área rural con calles de tierra y mucho verde. La propiedad pertenecía a Bruno Wassermann, un comerciante judío-alemán que también había alojado al físico en su casa del barrio de Belgrano. En Llavallol, Einstein pudo disfrutar de un breve pero reparador descanso, recostándose a leer y tocar el violín en el pasto, y paseando por los alrededores al atardecer, siempre con su característico traje gris y su cabello despeinado.

Durante su estadía, visitó la Reserva Natural Santa Catalina, uno de los primeros asentamientos agrícolas del país, y se lo vio caminando por el puente de madera cercano a la estación de tren. También recorrió la Catedral de Lomas De Zamora y sus inmediaciones, incluyendo la localidad de Adrogué. Según quienes lo conocieron en ese momento, se mostraba afable y de buen humor, disfrutando de la tranquilidad y el anonimato que la zona le ofrecía.

Dato curioso es que ofrece el libro del libro “The Travel Diaries of Albert Einstein: South America, 1925” del historiador Ze’ev Rosenkranz, donde menciona que el científico “Ve Buenos Aires como una versión sureña de Nueva York, más materialista y más enfocada en lo que él considera era la apariencia externa”, señala Rosenkranz.

En su diario, Einstein usó adjetivos como “superficial” y “fría” y, aunque se estaba refiriendo a la capital. Sin embargo, dejó testimonio de cuánto disfrutó “la nueva energía” que encontró en la localidad bonaerense de Llavallol, el paisaje que vio en las sierras cordobesas y la arquitectura de Córdoba, ciudad en la que halló “vestigios de una cultura genuina”, así como “un sentido de lo sublime”.

A pesar del ambiente relajado, Einstein no dejó de trabajar en sus ideas científicas. Durante su estancia en Llavallol, aprovechó el tiempo para avanzar en sus estudios sobre la conexión entre la gravitación y el electromagnetismo, un tema que lo obsesionaba.
Einstein también colaboró con el diario La Prensa, donde publicó artículos sobre sus teorías y sobre temas políticos. En uno de ellos, planteó la idea de una “Paneuropa”, un concepto de unión entre los países europeos que anticipó, por décadas, la creación de la Unión Europea

Aunque su paso por Llavallol fue breve, la historia del genio de la relatividad paseando por las calles de tierra del sur bonaerense forma parte de las curiosidades del conurbano, un rincón inesperado que también fue testigo de su incansable búsqueda de respuestas sobre el universo.

Este articulo fue realizado gracias al material de archivo de los diarios La Prensa y Critica en sus ediciones de 1925, La Sociedad Hebraica Argentina y datos del libro “The Travel Diaries of Albert Einstein: South America, 1925” obra del historiador Ze’ev Rosenkranz, (Los diarios de viaje de Albert Einstein: Sudamérica, 1925) que publicó Princeton University Press en 2023.

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