domingo 6 julio, 2025

Crónicas del Conurbano: una vecina instaló una pelopincho en su vereda para el disfrute del barrio

Desde hace seis años, Soledad Ohannecian se encuentra al frente de un kiosco ubicado en las calles Gorriti y Catamarca, a 300 metros de la cancha de Los Andes.

Los días de intenso calor, que desde diciembre han sido protagonistas del verano, la impulsaron a armar una pileta pelopincho para que su familia pudiera disfrutar de tardes de diversión. Con poco lugar en el fondo de su casa, pero con mucha imaginación, decidió que la vereda sería el lugar perfecto para montar su modesta piscina. También decidió, con sumo altruismo, que sus vecinos podrían utilizarla, pero nunca sospechó la repercusión que traería aparejada esta resolución.

En medio de las agobiantes temperaturas que azotaron a los pobres mortales durante estas últimas semanas, la pileta de lona, cubierta por un elegante gazebo y rodeada de reposeras, se convirtió en un verdadero oasis en medio del asfalto infernal.

Por la tarde, los vecinos se reúnen en torno al improvisado balneario del Conurbano que “Sole”, como la conocen en el barrio, presta con generosidad, tanto para paliar la ola de calor como para que quienes se acerquen puedan disfrutar de un rato de distención, interactúen con sus pares y, bebida bien fría en mano, puedan quejarse al unísono de la fatiga veraniega.

Los más pequeños son quienes más disfrutan de esta iniciativa. Entre juegos y carcajadas, salpican jocosos a los transeúntes, que muchas veces incrédulos, se quedan observando el pintoresco espectáculo estival.

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