El presidente Javier Milei, en su intervención en la LXV Cumbre del Mercosur en Montevideo, realizó fuertes críticas al bloque regional, calificando al Mercosur y sus restricciones como un “escollo para el progreso de los argentinos”. En un discurso duro, pero moderado en las formas, el mandatario cuestionó la falta de apertura comercial del bloque y propuso una nueva fórmula para promover el libre comercio entre los países miembros, a fin de impulsar el desarrollo económico regional.
Durante su participación, Milei señaló que el Mercosur, en lugar de facilitar el comercio y fortalecer los lazos entre los países miembros, se había convertido en una “prisión” que dificultaba el aprovechamiento de las ventajas comparativas de cada nación. “Si el bloque no es un motor dinámico que facilite el comercio, impulse la inversión y mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos, ¿cuál es el sentido que tiene?”, preguntó el presidente, sugiriendo que el Mercosur ya no cumplía con su objetivo original.
El mandatario criticó especialmente el sistema de arancel externo común, que según él, ha encarecido la importación de bienes productivos, afectando la competitividad de las industrias locales y cerrando oportunidades comerciales. Además, destacó que la incidencia del Mercosur en el comercio mundial había disminuido del 1,8% al 1,6% desde mediados de los 90 hasta la fecha. “Vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera”, lamentó Milei, sugiriendo que el bloque regional había perdido oportunidades cruciales para el comercio internacional.
En un pasaje especialmente polémico de su discurso, Milei también se refirió al histórico rechazo al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesta por Estados Unidos. El presidente argentino consideró un grave error haberse opuesto al ALCA durante los gobiernos de Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Luiz Inácio Lula Da Silva. “Nos perdimos la oportunidad de nuestras vidas”, afirmó, aludiendo al ciclo de mayor integración comercial de la historia global que, según él, benefició a muchos países emergentes. Milei culpó al “nacionalismo” de haberle costado caro a los ciudadanos argentinos, al haberse negado al acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, mientras otras naciones se expandían económicamente gracias al comercio global.
El presidente también asumió la presidencia “pro tempore” del Mercosur, en un contexto donde se espera que su propuesta de flexibilización de normas genere resistencias dentro del bloque, especialmente con la postura más proteccionista de Brasil.