En una entrevista publicada en el podcast Generación 94, la expresidenta Cristina Kirchner propuso una reforma constitucional que incluya modificaciones al sistema electoral y judicial de Argentina. Entre sus sugerencias, destacó la necesidad de ajustar los períodos de elecciones para que se celebren cada cuatro años, en lugar de cada dos, y planteó la eliminación de los cargos judiciales a perpetuidad, abogando por la posibilidad de que los jueces sean elegidos por voto popular.
“Hay que reformar la Constitución”, afirmó la exmandataria, quien también se refirió a la necesidad de incorporar la figura de las enmiendas constitucionales, como sucede en países como Brasil, México y Estados Unidos. Según Kirchner, el actual sistema, que exige dos tercios del Congreso para convocar a una reforma, es un obstáculo innecesario. “Hoy los números para una reforma constitucional no están, pero la necesidad de reformarla, sí”, enfatizó.
En relación al sistema judicial, Cristina Kirchner criticó duramente la creación del Consejo de la Magistratura, introducido en la reforma de 1994, al que culpó de la politización extrema de la Justicia. “El grado de mala politización que tiene hoy el Poder Judicial es producto de la introducción del Consejo de la Magistratura”, afirmó, señalando que esta institución no cumplió con su objetivo de garantizar una Justicia más independiente.
Durante la entrevista, también cuestionó las versiones sobre un supuesto pacto entre Unión por la Patria (UxP) y el gobierno de Javier Milei para el tratamiento de ciertos temas parlamentarios. “¿Quiénes votaron en contra del RIGI? Unión por la Patria. Pero resulta que los que acordamos con Milei somos nosotros”, ironizó, rechazando las acusaciones y señalando que no han podido derogar el DNU 70/2023 debido a la falta de apoyo en la Cámara de Diputados.
En cuanto a la reforma constitucional de 1994, Kirchner opinó que estuvo limitada por las tensiones del Pacto de Olivos, que a su juicio se centró en la reelección del entonces presidente Carlos Menem y no abordó cambios profundos en temas como la coparticipación federal. También subrayó que el hiperpresidencialismo sigue siendo un problema estructural del sistema político argentino, a pesar de los intentos de Raúl Alfonsín por introducir reformas más profundas.
Finalmente, la expresidenta resaltó la importancia de ajustar el sistema político para dar mayor estabilidad a los gobiernos. “La elección de cuatro años le da al presidente una intensidad muy fuerte. No puede haber elecciones cada dos años”, concluyó, reafirmando su posición de que es tiempo de avanzar hacia una nueva reforma constitucional para modernizar las instituciones argentinas.