Septiembre comienza con una batería de incrementos que impactan de lleno en el presupuesto de los hogares argentinos, con subas en servicios esenciales, transporte, educación, alquileres, medicina prepaga y combustible.
Entre las medidas que más preocupan, el Ministerio de Economía resolvió aplicar un recargo del 6,8% sobre el precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte, decisión que antecede a la publicación de nuevos cuadros tarifarios que contemplarán múltiples variables como niveles de ingresos, consumos y régimen de zona fría.
A esta medida se suma el ajuste mensual en el servicio de Agua y Saneamiento Argentinos (AySA), que aplicará un aumento tope del 1% en la boleta, mientras que los contratos de alquileres regidos por la Ley de 2020 tendrán una actualización anual del 50,3%.
Las empresas de medicina prepaga confirmaron subas que oscilan entre el 1,68% y el 1,9%, con un promedio cercano al 2%, mientras que en el ámbito educativo se autorizó un incremento en las cuotas de colegios con aporte estatal que alcanzará el 2,8% en la provincia de Buenos Aires y el 3,2% en la Ciudad.
En materia de transporte, el boleto de subte subirá 3,87%, llegando a $1.071, y el mínimo de colectivos aumentará alrededor de 3,9%, fijándose en $526,13 en la Ciudad y $529,25 en el conurbano bonaerense.
El panorama se completa con el alza de combustibles tras la actualización de impuestos dispuesta por el Gobierno, que establece para septiembre un aumento de $10,523 en el gravamen sobre la nafta y de $8,577 más $4,644 en el gasoil, lo que derivará en un nuevo ajuste en surtidores.
Estas medidas, que se suman a una inflación sostenida y a la pérdida del poder adquisitivo, configuran un mes en el que el bolsillo de los argentinos volverá a sentir el peso de una economía marcada por subas generalizadas.