Un informe del Observatorio de la Asociación de Industriales Pymes Argentinos (IPA) encendió nuevas alarmas sobre la situación del sector manufacturero. Según el relevamiento, en los últimos 18 meses se destruyeron 272.880 puestos de trabajo formales y la capacidad instalada de las fábricas cayó al 58,2%, su nivel más bajo en lo que va del año.
La contracción golpea con fuerza a ramas clave como la automotriz, que retrocedió 8,1%, y la química, con una baja de 5,8%. “De cada diez máquinas que hay en las fábricas, cuatro están paralizadas”, alertó la entidad.
El deterioro también se refleja en las ventas, que en promedio cayeron 9% interanual, mientras que el canal mayorista acumula dos años de resultados negativos. Aunque los supermercados encadenan ocho meses de crecimiento leve, esa mejora no alcanza para compensar la pérdida acumulada.
En materia externa, el panorama no es más alentador: el superávit comercial acumulado hasta julio de 2025 se redujo 64% respecto al mismo período de 2024, al ubicarse en u$s5.071 millones. La dinámica se explica por un salto del 32% en las importaciones frente a un débil avance del 6% en las exportaciones, el peor desempeño de la última década.
De cara a los próximos meses, IPA anticipa un escenario “complejo”, marcado por la caída del consumo, alta volatilidad financiera y presión sobre el poder adquisitivo. El rumbo económico tras las elecciones será determinante para definir si la crisis de las pymes se profundiza o encuentra un punto de inflexión.


