Desde ayer, domingo 27 de abril, los fieles pueden visitar la tumba del papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma. El acceso quedó habilitado luego de la ceremonia de sepultura que realizaron en la mañana los cardenales de la Iglesia, quienes rezaron en privado frente a sus restos.
La elección de Santa María la Mayor, una de las basílicas más queridas por Francisco durante su pontificado, respondió a su voluntad de descansar en un sitio profundamente vinculado a su historia espiritual. Allí acudía a rezar antes y después de cada viaje apostólico, y en ella celebró múltiples actos litúrgicos importantes.
Durante la mañana de este domingo, los cardenales concelebraron una misa en acción de gracias y, luego, se trasladaron a la cripta donde reposan los restos de Jorge Mario Bergoglio. Finalizado el rito privado, el templo fue abierto al público para permitir el homenaje de los fieles.
La tumba de Francisco, ubicada en un sector accesible de la basílica, ya comenzó a recibir peregrinos de distintas partes del mundo, muchos de ellos provenientes de América Latina, que se acercan a rendir tributo al primer papa argentino y latinoamericano de la historia.
