La Plaza Grigera de Lomas de Zamora fue escenario de una multitudinaria celebración en honor a Nuestra Señora de la Paz, la Virgen protectora de la ciudad, en una nueva edición de la fiesta patronal que se llevó adelante el último viernes. Este año, el evento tuvo un significado especial al conmemorarse los 160 años de la entronización de la imagen de la Virgen en la Catedral de Lomas. Cientos de vecinos y familias se reunieron para rendir homenaje a la madre celestial en una jornada cargada de devoción y fe.
La celebración comenzó con una misa solemne, presidida por el obispo de Lomas, monseñor Jorge Lugones, quien destacó la importancia de la Virgen en la historia de la humanidad. “Dios pone el destino de la humanidad en las manos de esta virgen sencilla y la respuesta de María en esta hora decisiva resulta ejemplar para todos nosotros”, expresó Lugones, quien reflexionó sobre la misión de María y su aceptación de la voluntad divina. La misa se enmarcó dentro del Año Santo Jubilar, una ocasión que convocó a todos a estar atentos a los signos de Dios en sus vidas.
Tras la misa, la tradicional procesión recorrió los alrededores de la Plaza Grigera, con la imagen de la Virgen escoltada por los Bomberos Voluntarios de Lomas, como ocurre cada año. En un clima de fervor y unión, los asistentes acompañaron a la imagen de la Virgen, quien simboliza la paz y la protección para la comunidad lomense.
El intendente Federico Otermín participó de la celebración junto a la ministra de Ambiente de la Provincia, Daniela Vilar, y su hija Sofía. Al final de la misa, recibieron una mayólica con la imagen de Nuestra Señora de la Paz, la cual fue colocada en la entrada del Palacio Municipal y bendecida por el obispo. Este gesto se enmarca en la culminación del bienio jubilar (2023-2025) y la misión diocesana, que incluyó la peregrinación de la Virgen por 61 parroquias, siendo la misa de la fiesta patronal el cierre de este recorrido.
La fiesta patronal de Lomas, además de ser un acto religioso, se consolidó como un punto de encuentro para la comunidad, uniendo a vecinos de todas las edades en la celebración de su identidad y fe en Nuestra Señora de la Paz.