Con 52 senadores en sus bancas y en medio de la retirada del oficialismo libertario, la Cámara alta avaló por unanimidad un aumento del 7,2 % y una suma fija de $40.000 para jubiladas y jubilados, mientras el Ejecutivo advirtió que impugnaría la norma y la llevaría a los tribunales.
La sesión especial de este jueves comenzó pasadas las 14 y se transformó en una pulseada parlamentaria: el presidente provisional Bartolomé Abdala abandonó el estrado y la vicepresidenta primera, Silvia Sapag, asumió la conducción cuando los legisladores de La Libertad Avanza dejaron el recinto, seguidos por la macrista Carmen Álvarez Rivero.
El proyecto, impulsado por los bloques opositores, estableció un incremento inmediato del 7,2 % sobre los haberes y ordenó el pago de un refuerzo de $40.000, con la obligación de actualizar el haber mínimo cada mes hasta fin de año para evitar que volviera a quedar por debajo de la inflación.
Durante el debate, los gobernadores radicales y del PRO presionaron a sus senadores para no apoyar la iniciativa y resguardar la meta oficial de déficit cero, aunque figuras como Martín Lousteau respaldaron la medida y denunciaron que “resultaba una barbaridad negar el tratamiento de temas con media sanción”.
Tras la votación, el Gobierno calificó la sesión de “irregular”, anunció que impugnaría la ley y anticipó que sus abogados recurrirían a la Justicia, reavivando el conflicto entre el ajuste fiscal que pregona Javier Milei y la demanda social de recomponer los ingresos de los adultos mayores.
