La orden de retirar la gigantografía que mostraba al expresidente Néstor Kirchner en el momento histórico en que ordenó bajar el cuadro del dictador Jorge Rafael Videla del Colegio Militar en 2004, fue ejecutada por la Secretaría de Derechos Humanos, encabezada por Alberto Baños. La imagen, un símbolo clave de la política de derechos humanos durante su gobierno, fue retirada horas antes de un recital del rapero Milo J. en la exESMA, un espacio emblemático de la memoria.
Milo J., reconocido por su compromiso con la lucha por la memoria, verdad y justicia, iba a presentar su nuevo trabajo “166” en el patio de la exESMA, ante miles de jóvenes. Sin embargo, el evento fue suspendido por una medida cautelar solicitada por Baños, quien argumentó que el recital debía ser impedido en ese contexto. En un giro polémico, la gigantografía de Kirchner fue retirada a fin de evitar que los jóvenes asistentes pudieran verla, en lo que muchos interpretaron como un intento de silenciar un gesto trascendental de la historia reciente del país.
Trabajadores de los espacios de memoria en la exESMA, que resisten el vaciamiento impulsado por el gobierno, grabaron el momento en que la gigantografía fue descolgada. En el video se puede ver a una decena de patovicas de la Secretaría de Seguridad, quienes vigilaban la retirada de la imagen y, según las denuncias, amenazaron a los empleados con despidos si no cumplían la orden. También les aseguraron que, en caso de negativa, “romperían la imagen”.
En tanto, Horacio Pietragalla, exsecretario de Derechos Humanos y hijo de desaparecidos, condenó la acción y responsabilizó a Baños por la decisión de retirar la imagen de Kirchner. “Por más que se esfuercen en hacer desaparecer esa imagen, la historia no se borra”, afirmó, subrayando que gracias a las políticas de memoria, verdad y justicia impulsadas por Néstor y Cristina Kirchner, más de 1200 personas han sido condenadas por crímenes de lesa humanidad.