El Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (Progresar) cumplió 11 años, pero lejos de celebraciones, enfrenta su momento más crítico. Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde que Javier Milei asumió la presidencia, el Gobierno recortó 500 mil beneficiarios.
El ajuste no solo se traduce en cantidad de estudiantes alcanzados, sino también en el impacto económico real. En apenas 15 meses, el presupuesto destinado a Progresar se redujo en un 90% en términos reales, una cifra alarmante que se explica por el congelamiento nominal de las becas mientras la inflación avanzaba a paso acelerado. Como resultado, el poder adquisitivo de las becas cayó un 44% desde diciembre de 2023.
El programa, que nació en 2014 con el objetivo de garantizar una transferencia monetaria a jóvenes de entre 18 y 24 años para que pudieran terminar sus estudios, abarca tres líneas principales: Progresar Obligatorio (nivel secundario), Progresar Superior (carreras terciarias y universitarias) y Progresar Trabajo (cursos de formación profesional).
Sin embargo, la erosión presupuestaria no solo pone en jaque el alcance del programa, sino que también debilita la capacidad de sostener la matrícula de los jóvenes en situación vulnerable. Para los especialistas, el recorte tiene un impacto directo en la continuidad educativa, especialmente en los sectores de menores ingresos.
A pesar de que el presupuesto 2025 prevé alcanzar nuevamente el objetivo de 1,5 millones de jóvenes beneficiarios, las cifras de ejecución de 2024 muestran un programa en franco retroceso. Las organizaciones sociales y educativas advierten que, de no revertirse esta tendencia, la política de becas perderá su razón de ser: apoyar la inclusión educativa en un país que ya enfrenta altos niveles de desigualdad.
El ajuste sobre Progresar se suma a un contexto general de recortes en programas sociales y educativos. Mientras tanto, las autoridades del Ministerio de Capital Humano, encargado de la gestión del programa, dieron explicaciones sobre los recortes ni sobre cómo planean alcanzar las metas presupuestarias previstas.