El Gobierno de Javier Milei ratificó su intención de eliminar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y no suspenderlas, como sugiere el PRO. En un reciente encuentro con periodistas, uno de los principales funcionarios libertarios de la Casa Rosada dejó en claro la postura del oficialismo: “No queremos la suspensión de las PASO, queremos la eliminación, no lo vamos a negociar”. Este anuncio reitera el plan de convocar sesiones extraordinarias del Congreso a fin de mes o principios de febrero para tratar esta reforma.
En las últimas horas, trascendió que en la oposición, principalmente en el PRO y Unión por la Patria, hay un sector que propone suspender las PASO solo en esta ocasión, especialmente en el marco de la posibilidad de desdoblar los comicios nacionales en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, el Gobierno mantiene firme su postura y asegura que eliminar las PASO es una cuestión de responsabilidad económica y política.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, uno de los voceros más influyentes del oficialismo, reforzó la argumentación económica detrás de esta decisión. En declaraciones radiales, afirmó que las PASO “no sirven para nada” y que el costo de su implementación, estimado en US$200 millones, es una “locura” para el país. “Es un conflicto que deberían resolver los partidos, porque someter al pueblo a ir a votar y a soportar un costo de US$200 millones es una locura para unas PASO. Por eso, el Gobierno está planteando, con responsabilidad, eliminarlas”, destacó Francos.
A pesar de los esfuerzos por parte del oficialismo, el Gobierno aún no ha conseguido “el apoyo suficiente” en el Congreso para avanzar con la eliminación definitiva de las PASO. No obstante, Francos fue claro al manifestar que el Ejecutivo “insistirá” con la propuesta, convencido de que esta medida es necesaria para mejorar la eficiencia y reducir los gastos innecesarios en el sistema electoral argentino.