La Central de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) se presentó este martes en la reunión convocada por el Ministerio de Capital Humano, pero dejó claro que no se trata de una paritaria nacional docente. A través de un comunicado, el gremio aclaró que la convocatoria, realizada por la Secretaría de Trabajo de la Nación, fue en el marco de una “reunión del salario mínimo docente garantizado”, sin reconocer la legalidad de la paritaria nacional.
El encuentro, que tenía como objetivo discutir las condiciones salariales de los docentes, terminó con un fuerte rechazo por parte de CTERA. Según indicaron desde el gremio, el gobierno presentó una propuesta salarial de un piso de 500 mil pesos, cifra que calificaron de “absolutamente inaceptable”, ya que no incluyó una manifestación clara de la continuidad de las negociaciones.
Desde CTERA también señalaron que el gobierno “unilateralmente” pretendía imponer un piso salarial sin discutir otros temas clave para el sector, tales como el presupuesto educativo, las condiciones laborales, la infraestructura escolar, los fondos para los comedores escolares, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el cumplimiento de la Ley de Educación Técnica Profesional.
Ante este panorama, el gremio confirmó la realización de un paro nacional el próximo 5 de marzo, lo que afectará el inicio del ciclo lectivo en todo el país, incluyendo la provincia de Buenos Aires. La medida de fuerza fue convocada en rechazo tanto a la propuesta salarial como a la falta de una paritaria nacional docente que aborde integralmente las demandas del sector.
Por su parte, el Ministerio de Capital Humano emitió un comunicado donde informó que durante la reunión, los sindicalistas rechazaron la propuesta de un salario mínimo de 500 mil pesos para los docentes de media jornada, presentada por las 24 provincias a través del Consejo Federal de Educación (CFE). En el texto, el gobierno destacó que a pesar de los esfuerzos por mantener un diálogo abierto durante el verano, los gremios decidieron no aceptar la propuesta, calificando la medida de “paro claramente político”.
El gobierno insistió en que las paritarias son competencias provinciales y consideró que las medidas de fuerza afectan negativamente a millones de niños y sus familias, argumentando que la discusión sobre salarios debe llevarse a cabo en cada jurisdicción, y no a nivel nacional.
El anuncio de paro del 5 de marzo marca un nuevo capítulo en el conflicto entre el gobierno y los gremios docentes, que persisten en exigir mejores condiciones salariales y laborales. A medida que se acerca la fecha de la medida de fuerza, las tensiones aumentan, poniendo en duda el normal inicio de las clases en muchas provincias, incluida la de Buenos Aires, que concentra una gran parte del alumnado del país.
Mientras tanto, CTERA continúa exigiendo que el gobierno reabra la discusión de la paritaria nacional y que se aborden de manera integral todos los temas que afectan a los trabajadores de la educación en Argentina. El conflicto parece lejos de resolverse, y el paro del 5 de marzo podría ser solo el comienzo de nuevas medidas de fuerza si no se llega a un acuerdo.