El Boletín Epidemiológico Nacional informó que, en lo que va de 2025, se confirmaron 29 casos de sarampión en todo el país, de los cuales 17 corresponden a la provincia de Buenos Aires.
Del total, 11 casos se registraron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde la mayoría se concentra en la Comuna 14, epicentro del primer caso detectado. Según las autoridades sanitarias, la transmisión en la Ciudad se produjo principalmente entre convivientes o contactos laborales.
En territorio bonaerense, se logró establecer el vínculo epidemiológico en 14 de los 17 casos confirmados, mientras que tres permanecen bajo investigación. El análisis actual indica un brote activo, con cadenas de transmisión bien definidas y algunos casos comunitarios sin nexo aún establecido.
Las autoridades mantienen activa la vigilancia epidemiológica para identificar contactos estrechos, interrumpir las cadenas de transmisión y minimizar la dispersión del virus.
En CABA, de los 11 casos confirmados, cuatro se consideran de transmisión comunitaria, ya que no pudo identificar un contacto directo con otros casos confirmados. Además, uno de los casos permanece sin vínculo comprobado porque no se obtuvo la secuenciación genómica necesaria para establecer relación con las cadenas de transmisión conocidas.
Por otro lado, el único caso confirmado en San Luis no guarda relación con el brote del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Se trata de una beba de ocho meses que no estaba vacunada —por no corresponderle aún según el calendario— y que presenta antecedente de viaje al Estado de Chihuahua, en México.
El Sarampión es una infección viral que es muy contagiosa y afecta principalmente a niños y puede causar severos problemas de salud, cuya principal característica es un sarpullido con manchas rojas que suele aparecer primero en la cara y luego se extiende al resto del cuerpo.
Además, esta infección puede causar diarrea intensa, infecciones de oído, ceguera, neumonía y encefalitis. Algunas de estas complicaciones pueden causar la muerte.
Esta enfermedad solía ser muy común, pero gracias a una vacuna se redujo notablemente. A pesar de ello, el sarampión sigue siendo una causa de muerte en niños pequeños, ya que no hay un tratamiento específico contra el virus.
En este contexto, las autoridades sanitarias insisten en la importancia de mantener al día los esquemas de vacunación para prevenir nuevos contagios y proteger especialmente a los grupos vulnerables.
