La Fundación Huésped encendió una señal de alarma ante el preocupante aumento de diagnósticos de VIH en el país, muchos de ellos en estadios avanzados, y la disminución del uso del preservativo, especialmente entre las nuevas generaciones. Así lo expresó Leandro Cahn, director ejecutivo de la organización, durante una entrevista en Infobae en Vivo, donde analizó las causas del repunte de infecciones y la falta de políticas sostenidas de prevención.
“Lo que más nos preocupa es que muchos nuevos diagnósticos se dan en personas que llegan con la infección muy avanzada”, advirtió Cahn, al referirse al crecimiento de los diagnósticos tardíos. Esto, explicó, evidencia fallas en los mecanismos de detección temprana, así como dificultades en el acceso al sistema de salud y en la implementación de educación sexual integral.
El director de Huésped remarcó que en los últimos años se observa una relajación en las medidas de prevención, producto de una falsa percepción de que el VIH “ya no es un problema grave”, especialmente entre quienes no vivieron la crisis del sida en los años 80 y 90. “Muchos jóvenes hoy nunca vieron morir a un amigo o familiar por VIH, y eso genera una peligrosa tranquilidad”, advirtió.
La caída en el uso del preservativo se combina con la ausencia de campañas públicas sostenidas, el debilitamiento de la ESI y el estigma persistente, que aún frena a muchas personas a la hora de testearse por miedo a la discriminación laboral o social. “Ese estigma sigue siendo un gran freno para la respuesta frente al VIH”, aseguró Cahn.
A pesar del panorama, también destacó los avances científicos logrados en los tratamientos: hoy, una persona con VIH puede tener la misma expectativa de vida que alguien sin el virus, gracias a los antirretrovirales de última generación, que incluso permiten esquemas de una sola pastilla diaria o, próximamente, inyectables de larga duración.
Cahn también recordó que una persona con carga viral indetectable no transmite el virus por vía sexual, incluso sin preservativo, si mantiene la adherencia al tratamiento durante seis meses o más. Sin embargo, insistió en que esta información debe acompañarse de una estrategia integral de prevención, que incluya también la profilaxis pre y post exposición (PrEP y PEP), el acceso universal al testeo gratuito y confidencial, y una educación continua y libre de prejuicios.
“Minimizar el VIH como problema de salud es un error. El virus sigue circulando, puede mutar y genera efectos de inflamación crónica en el organismo. No hay una solución mágica: necesitamos una combinación de herramientas y compromiso sostenido”, subrayó.