El Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta epidemiológica a nivel nacional tras la detección de un brote de fiebre tifoidea, una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Salmonella Typhi. Según el informe oficial, hay más de 30 casos en estudio, con 24 confirmaciones por laboratorio y 10 personas internadas de urgencia por cuadros severos.
El foco principal del brote se ubica en la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), aunque también se identificaron casos aislados en otras provincias, lo que encendió las alarmas en el sistema de salud. Las autoridades sanitarias vinculan la mayoría de los contagios al consumo de agua o alimentos contaminados, especialmente en contextos donde hay deficiencias en la infraestructura sanitaria.
La fiebre tifoidea se transmite principalmente por vía fecal-oral, a través del consumo de agua o alimentos que estuvieron en contacto con materia fecal contaminada. Los síntomas más comunes incluyen: fiebre alta y persistente, malestar general y cansancio extremo, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento y en algunos casos, erupciones cutáneas.
Desde el Ministerio de Salud recomiendan consultar de inmediato al centro de salud más cercano ante la aparición de estos síntomas, especialmente si la persona estuvo en zonas afectadas o tuvo contacto con casos confirmados.
Ante la situación, las autoridades recomendaron extremar las medidas de higiene: lavado frecuente de manos con agua y jabón, consumo exclusivo de agua segura (hervida o embotellada), cocinar bien los alimentos, sobre todo carnes y huevos, lavar frutas y verduras con agua potable y evitar consumir alimentos en lugares sin condiciones sanitarias adecuadas.
Cabe recordar que existe una vacuna contra la fiebre tifoidea, recomendada para personas que viajan a zonas de riesgo o viven en contextos donde la enfermedad es endémica.
La prevención y el tratamiento oportuno son claves para evitar complicaciones graves. La fiebre tifoidea puede tratarse eficazmente con antibióticos si se diagnostica a tiempo. Sin embargo, su evolución puede ser grave si no se actúa rápidamente.