El 13 de noviembre de 1963, un joven de Valentín Alsina conocido como Sandro daba sus primeros pasos en la industria musical con el lanzamiento de su primer simple. A sus 18 años, Sandro ya comenzaba a dejar su huella en el mundo de la música. Con su inconfundible estilo, el joven que causaba revuelo en televisión aún no contaba con el respaldo discográfico necesario para consolidar su carrera. Sin embargo, su talento lo llevaría a firmar su primer contrato con la histórica CBS, en aquel entonces conocida como Columbia.
“Yo empecé a grabar en la vieja CBS. Dimos la prueba con Los de Fuego, haciendo un rock muy pesado. En ese momento, recibimos sugerencias para suavizar el estilo, y nos ofendimos porque pensábamos que éramos los reyes del abismo”, recordaba Sandro. En sus primeras pruebas fue rechazado, ya que John Lear, el encargado de la audición, consideró que Sandro “tenía mucha boca y mucho pelo”. Sin embargo, la perseverancia del joven cantante le permitió intentarlo nuevamente, esta vez con una formación diferente de Los de Fuego. Para evitar el rechazo, Sandro se escondió en un pasillo durante la prueba, de modo que su voz se escuchara sin prejuicios. Al terminar de interpretar “Hay mucha agitación”, Lear quedó impresionado y lo contrató de inmediato, sin saber al principio que se trataba del mismo joven que había descartado anteriormente.
El 13 de septiembre de 1963, Sandro se presentó en los estudios de la CBS en la calle Paraguay al 1500, acompañado por su padre Vicente, ya que era menor de edad y necesitaba su firma para concretar el contrato. Esa jornada fue clave en su vida: grabó su primer simple con las canciones “¿A esto le llamas amor?” y “Eres el demonio disfrazado”, versiones en español de éxitos internacionales. Un mes después, el 13 de noviembre, el disco salió a la venta, marcando el debut oficial de Sandro en el mundo de la música.
El lanzamiento de este simple fue el punto de partida de una trayectoria que revolucionaría la música popular argentina. Sandro, quien prefería recordar esta fecha como el verdadero inicio de su carrera, comenzó así a escribir la historia que lo convertiría en un ícono del rock y de la balada romántica en Latinoamérica. Con 61 años desde aquel debut, su legado sigue vivo en cada canción y en el corazón de sus fanáticos, que lo celebran por siempre y para siempre.