Lalo Schifrin, uno de los músicos argentinos más reconocidos a nivel internacional, falleció el 26 de junio en Los Ángeles, a los 93 años, por complicaciones derivadas de una neumonía. Reconocido mundialmente como el autor del tema de Misión: Imposible, Schifrin dejó una obra que abarca más de cien bandas sonoras y colaboraciones con grandes figuras del jazz. En 2018, recibió un Oscar honorífico por su trayectoria.
Boris Claudio Schifrin nació en Buenos Aires en 1932. Creció en un entorno musical: su padre fue concertino del Teatro Colón y él mismo estudió piano con Enrique Barenboim. Más tarde, completó su formación en el Conservatorio de París, donde alternaba el estudio de música académica con presentaciones en clubes de jazz. Ese cruce de mundos sería una constante en su carrera.
Su proyección internacional comenzó en los años 60, cuando Dizzy Gillespie lo invitó a trabajar con su orquesta. La suite Gillespiana, compuesta por Schifrin, marcó el inicio de una relación con el jazz estadounidense que luego lo llevaría a instalarse en Hollywood. Allí desarrolló un estilo propio que lo convirtió en uno de los compositores más solicitados del cine y la televisión.
Entre sus obras más recordadas figuran las bandas sonoras de Bullitt, Harry el sucio, El planeta de los simios, Operación Dragón, Rush Hour y series como Mannix y Starsky & Hutch. Su sello característico combinaba estructuras complejas con un profundo sentido rítmico, algo que se evidencia en el inconfundible compás de 5/4 de Misión: Imposible.
Además de su labor en Hollywood, Schifrin compuso música sinfónica, dirigió orquestas en Europa y América, y obtuvo varios premios, incluyendo cuatro Grammys. En 2025, poco antes de su fallecimiento, se estrenó en el Teatro Colón su sinfonía Viva la Libertad, escrita junto a Rod Schejtman, reafirmando su vínculo con la Argentina.
Aunque residía desde hace años en Beverly Hills, Schifrin mantuvo siempre un fuerte lazo con su país natal. “Mi corazón está en Buenos Aires, aunque mi oficina esté en Hollywood”, solía decir. Su partida deja un legado musical amplio y diverso, que seguirá resonando en salas de concierto, en pantallas y en la memoria colectiva.