El 5 de noviembre se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento de Leonardo Favio, el multifacético artista mendocino que dejó una huella profunda en la cultura argentina. Nacido como Fuad Jorge Jury en 1938, Favio se destacó como cantante, compositor, actor, director y productor de cine, consolidándose en vida como una figura clave en la cinematografía y música nacional.
Criado en Las Catitas, Mendoza, en una familia de escasos recursos, su infancia estuvo marcada por el abandono de su padre y la turbulencia de sus experiencias en reformatorios. Esta etapa se reflejó en sus primeros trabajos cinematográficos, especialmente en “Crónica de un niño solo” (1964), película que llamó la atención de la crítica y mostró su interés por narrar historias de fuerte carga emocional y social.
Ya instalado en Buenos Aires, Favio comenzó su carrera actoral bajo la guía del reconocido director Leopoldo Torres Nilsson, y en poco tiempo se lanzó a dirigir sus propias producciones. Su filmografía incluye títulos que se volvieron clásicos, como “El amigo” (1960), “Juan Moreira” (1973), “Nazareno Cruz y el Lobo” (1975) y “Soñar, soñar” (1976). En estas obras, fusionó elementos del cine nacional tradicional con la cultura popular, contando con la colaboración de grandes actores como Alfredo Alcón y Graciela Borges.
Favio desarrolló una carrera en la música romántica, lanzando éxitos como “Fuiste mía un verano” y “Ella ya me olvidó”, que le otorgaron fama en toda América Latina. Los ingresos generados por su carrera musical fueron clave para financiar sus proyectos cinematográficos.
A lo largo de su vida, Favio también mantuvo un fuerte vínculo con el movimiento peronista, militando activamente, su ideario político se reflejó en sus películas y en “Perón, sinfonía de un sentimiento”, un extenso documental sobre la historia del peronismo. Su compromiso con estas causas y sus logros en el ámbito artístico fueron reconocidos, en 2013, con el Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de Buenos Aires.
Siguió trabajando hasta que el cuerpo se lo permitió; falleció el 05 de noviembre de 2012. Sus restos fueron despedidos en el Salón de los Pasos Perdidos del Honorable Congreso de la Nación. Leonardo Favio sigue siendo recordado como uno de los creadores más queridos y admirados de Argentina, un hombre que supo transmitir, a través de su arte, la pasión y las historias del país.
