A medida que se acercan las últimas fechas de la Primera Nacional, Temperley se encuentra en una encrucijada decisiva en su camino hacia el Torneo Reducido. Con la esperanza de alcanzar el ascenso a la Liga Profesional, el Gasolero necesita conseguir una serie de resultados favorables en las tres jornadas restantes. Actualmente en el puesto 11, con 47 puntos, el equipo dirigido por Walter Perazzo se encuentra a cinco puntos de Gimnasia y Tiro de Salta, que ocupa el octavo lugar, lo que añade presión a cada partido.
El contexto es complicado: Temperley debe ganar los tres encuentros que le quedan o sumar al menos siete de los nueve puntos en juego. Esto no solo requiere un esfuerzo excepcional por parte del equipo, sino también que los rivales directos, como Mitre de Santiago del Estero y Estudiantes de Río Cuarto, fallen en sus objetivos. “El empate del sábado ante Gimnasia y Tiro dejó un sabor a poco para el Gasolero”, ya que el equipo había creado las mejores ocasiones de gol, especialmente en el primer tiempo.
Para clasificar, Temperley necesita que se den una serie de condiciones específicas. Si logra sumar los nueve puntos, deberá esperar que Gimnasia no sume más de cuatro, que Mitre no alcance los seis, y que tanto Estudiantes como Atlanta pierdan puntos. Por otro lado, si se quedan con siete unidades, el panorama se complica un poco más: Gimnasia debería sumar un máximo de dos puntos y Mitre menos de cuatro, mientras que Estudiantes y Atlanta también deben tener tropiezos.
El camino hacia el Reducido se torna aún más intrincado con la necesidad de depender de los resultados de otros equipos. Los próximos desafíos para Temperley no serán fáciles, comenzando con una visita complicada a Gimnasia en Mendoza, seguida de un crucial partido en casa contra Nueva Chicago, y cerrando ante Deportivo Morón. En este contexto, cualquier punto perdido puede ser determinante, y el equipo deberá afrontar estos encuentros con la máxima concentración para mantener vivo el sueño del ascenso.
