Este martes falleció a los 82 años Beatriz Sarlo, una de las intelectuales más importantes de la Argentina de las últimas décadas. Ensayista, crítica literaria y autora de numerosas obras, Sarlo fue una figura central en el análisis de la cultura, la comunicación y la historia del país. Desde los años 70, su voz se convirtió en una referencia indispensable dentro del pensamiento académico y público nacional.
Nacida en 1942, Sarlo tuvo un rol fundamental en la gestión de publicaciones emblemáticas como Los Libros y Punto de Vista. La primera surgió a fines de los años 60 como una revista dedicada a la crítica literaria, pero pronto amplió su enfoque hacia el análisis político y cultural. Durante sus años en Los Libros, Sarlo compartió la dirección con figuras como Carlos Altamirano y Ricardo Piglia.
En 1978, en plena dictadura militar, Sarlo impulsó la creación de Punto de Vista, revista que se consolidó como un espacio clave para el estudio de la cultura argentina contemporánea. Durante tres décadas, esta publicación introdujo al público argentino autores del marxismo cultural británico, como Raymond Williams, y propuso una nueva mirada sobre la literatura y la sociedad.
Beatriz Sarlo también se destacó por su extensa obra: El imperio de los sentimientos; Una modernidad periférica; La imaginación técnica; Escenas de la vida posmoderna. Intelectuales, arte y videocultura; Borges, un escritor en las orillas; Ensayos argentinos: De Sarmiento a la vanguardia (en colaboración con Carlos Altamirano); La Máquina cultural: maestras, traductores y vanguardias; Siete ensayos sobre Walter Benjamin; La batalla de las ideas; La pasión y la excepción; Escritos sobre literatura argentina; La ciudad vista. Mercancías y cultura urbana; y Ficciones argentinas.
Sus trabajos abordaron temas como la historia intelectual, la cultura urbana y la crítica literaria, y lograron un reconocimiento académico tanto en Argentina como en el exterior, donde dictó clases en universidades de Estados Unidos y Europa.
Además de su producción académica, Sarlo tuvo una activa participación política. En su juventud militó en la CGT de los Argentinos y el Partido Comunista Revolucionario. En los años posteriores asesoró a dirigentes políticos como Elisa Carrió, Graciela Fernández Meijide y representantes del socialismo. Firme en sus posturas, fue protagonista de debates políticos y culturales que marcaron época.
Como intelectual, Sarlo convalidó una posición derrotista sobre Malvinas, rechazando la soberanía nacional sobre las islas. En 2021, en el marco de una entrevista, llegó a definir la acción de las Fuerzas Armadas como un “acto nacional psicótico”. En el análisis de la ensayista, la derrota frente al imperialismo cumplió un papel progresivo al haber abierto el camino al régimen democrático.
Hasta sus últimos años, Beatriz Sarlo mantuvo una postura crítica frente a los gobiernos de turno y la coyuntura nacional. En marzo de 2024, junto a otros referentes culturales, firmó una solicitada en defensa de la cultura y la educación frente a las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei. Su fallecimiento deja un vacío en la intelectualidad argentina, pero también un legado de pensamiento crítico y compromiso con el debate público.