miércoles 30 abril, 2025

Francisco rendirá homenaje a la virgen de luján en Papúa Nueva Guinea

En una visita que promete ser histórica para la comunidad de Papúa Nueva Guinea, el papa Francisco rendirá homenaje a la Virgen de Luján durante su gira por Asia y Oceanía. El próximo domingo, el Sumo Pontífice entregará una rosa de oro a la Virgen en un acto que conmemora tanto la devoción local como los 25 años de presencia del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) en la región.

Francisco visitará la parroquia, la escuela del IVE y la residencia del padre Martín Prado en Vánimo, un pequeño puerto aislado en Papúa Nueva Guinea. En este contexto, el papa entregará una rosa de oro a la Virgen de Luján en una ceremonia especial. Este gesto no solo representa un acto de devoción, sino que también celebra el aniversario de la llegada de la imagen de la Virgen a Papúa, hace 25 años. La coincidencia de la visita con la fiesta de la Natividad de la Virgen María, el 8 de septiembre, añade un componente simbólico profundo al evento.

El padre Martín Prado, quien ha estado trabajando en la región, expresó el entusiasmo y la fe de la comunidad local ante la visita papal. “Estamos trabajando a todo pulmón, muy casero, muy sencillo, pero la gente está muy entusiasmada, animada, con mucha fe, con mucho cariño esperando la visita del papa Francisco,” comentó Prado. El misionero argentino subrayó que la visita del Papa es vista como un “providencial plan de Dios” y una manifestación de la protección de la Virgen de Luján sobre la aldea.

Como parte del homenaje, Francisco bendecirá 25 imágenes de la Virgen de Luján que han sido llevadas desde Ucrania. Esta ceremonia marcará el 25º aniversario de la presencia del IVE en Papúa, subrayando el impacto y la importancia del trabajo misionero en la región. Prado, quien soñaba con ser misionero desde su diáconado, ha dedicado más de una década a esta labor, destacando su compromiso con la comunidad papuana.

El padre Prado, de 35 años, expresó su profundo apego a Papúa Nueva Guinea y su deseo de permanecer en la región mientras Dios lo disponga. “Yo les digo a los papuanos que soy un hijo adoptado de Papúa, llevo más de diez años aquí, ejercí y aprendí el sacerdocio y la vida misionera,” declaró Prado. Su dedicación a la vida misionera y su amor por la comunidad local han sido evidentes en su labor diaria.

Esta visita del papa Francisco no solo resalta el vínculo especial entre la comunidad papuana y la Virgen de Luján, sino que también refleja la importancia del trabajo misionero y el impacto de la fe en contextos globales diversos.

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