Este martes falleció Enriqueta Rodríguez de Maroni a los 98 años, una de las figuras emblemáticas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Su partida fue confirmada por organismos de derechos humanos como el CELS y H.I.J.O.S., quienes expresaron su pesar por la pérdida. Su muerte coincidió con la de Lolín Rigoni, última madre de Plaza de Mayo de Neuquén, también reconocida por su trayectoria en la búsqueda de memoria, verdad y justicia.
Enriqueta dedicó gran parte de su vida a exigir justicia por sus hijos, Juan Patricio y María Beatriz Maroni, detenidos-desaparecidos en abril de 1977 durante la última dictadura cívico-militar. Ambos fueron militantes de Montoneros y, según testimonios de sobrevivientes, permanecieron cautivos en el centro clandestino de detención conocido como “Club Atlético”. La esposa de Juan Patricio fue liberada, pero sus hijos nunca reaparecieron.
Además de su militancia, Enriqueta se desempeñó como docente en el barrio porteño de Cildañez, donde continuó su trabajo educativo incluso después del secuestro de sus hijos. En ese contexto impulsó la creación de la Tecnicatura de Música Popular de Madres, que actualmente funciona en la casa Nuestros Hijos la Vida y la Esperanza. Esta iniciativa buscó unir memoria y formación cultural para nuevas generaciones.
Rodríguez de Maroni también fue una de las madres que aportó su testimonio en el juicio conocido como ABO, que investigó delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos Atlético, Banco y Olimpo. En ese proceso judicial, de los 17 acusados, 15 recibieron condenas. En distintas entrevistas, destacó que su sostén frente al dolor fueron sus hijas, nietos y bisnietos.

Su figura cobró relevancia internacional en 1978, cuando participó de un documental producido por la televisión holandesa en el marco del Mundial de fútbol. En esas imágenes, su voz se alzó para denunciar los atropellos de la dictadura, expresando públicamente el accionar del Ejército en los secuestros y desapariciones. Ese testimonio quedó como una de las primeras evidencias públicas del terrorismo de Estado.
Entre 2022 y 2024 fue presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, acompañando diversas iniciativas ligadas a la memoria y los derechos humanos. Su nieta Paula, militante de H.I.J.O.S., también se convirtió en una voz activa en los espacios de memoria y reconoció el papel de su abuela como referente y sostén familiar.

Con su fallecimiento, se despide una de las últimas voces activas de la generación de mujeres que impulsó la lucha por los derechos humanos desde la experiencia del dolor personal. Enriqueta Rodríguez de Maroni deja un legado vinculado a la educación, la memoria y el compromiso con los sectores populares, pilares que marcaron su vida pública y su militancia en el espacio colectivo de las Madres.