La titular del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, no tuvo piedad con las declaraciones del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, quien propuso eliminar la figura de femicidio del Código Penal. En un contundente repaso a través de sus redes sociales, Díaz calificó las afirmaciones de Cúneo Libarona como “dignas del olvido” si no fuera por la “responsabilidad institucional” que tiene el funcionario, que convierte sus declaraciones en un tema grave.
La titular del Ministerio de Mujeres fue aún más directa, sugiriendo que el ministro de Justicia debería “tomar una clase para desasnar a ese burro”. Díaz mostró su indignación tras leer la nota de opinión escrita por Cúneo Libarona para el diario La Nación, donde el funcionario defendía la idea de eliminar la figura del femicidio. En su crítica, la ministra subrayó que publicar “semejante porquería” en medios de comunicación argentinos es un hecho grave que no puede pasar desapercibido.
El reclamo de Estela Díaz se enmarca en un debate más amplio sobre los derechos de las mujeres y las políticas públicas para proteger a las víctimas de violencia de género. En este contexto, Andrés Gil Domínguez, abogado y doctor en Derecho, publicó un artículo en redes que fue citado por Díaz, donde se defendía el concepto de igualdad ante la ley, destacando la importancia de las reformas constitucionales y los tratados internacionales que promueven la no discriminación. Gil Domínguez también criticó a quienes atacan el concepto de género, calificando esas actitudes como un acto de “discriminación directa”.
Finalmente, en su publicación, Gil Domínguez acusó a Cúneo Libarona y sus aliados políticos de ser “ignorantes jurídicos” y de atentar contra el orden constitucional y los sectores más vulnerables de la sociedad. Aseguró que, a pesar de los problemas económicos y sociales, Argentina ha sido pionera en la sanción de leyes que la posicionan como un referente en materia de diversidad y pluralidad a nivel mundial. “Los silencios colaboracionistas no serán olvidados, la historia siempre pega la vuelta”, concluyó, dejando en claro su postura frente a las políticas regresivas que propone el ministro.