El Gobierno nacional introdujo modificaciones en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), eliminando el pago de aranceles para salas de cine y actualizando los montos de subsidios para la producción de películas. Además, restituyó la cuota de pantalla, una medida que había sido derogada meses atrás y que garantiza un porcentaje de exhibición de cine nacional en salas comerciales.
El tributo eliminado es el conocido como “Certificado de Exhibición”, un pago progresivo aplicado a la exhibición de películas extranjeras según la cantidad de salas donde se proyectaban. Este impuesto, establecido en 2011, se destinaba directamente a la financiación del Incaa. Con la nueva resolución firmada por Carlos Luis Pirovano, director del organismo, el Ejecutivo busca “reducir los costos a cero” y “devolver esos recursos a las salas de cine de todo el país”, según afirmó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Sturzenegger, además, vinculó el crecimiento del Incaa con una supuesta mala administración de los fondos públicos. “A medida que el Incaa crecía en militancia rentada con el kirchnerismo, necesitaba más y más recursos de manera insaciable”, señaló, asegurando que los costos de las entradas de cine se vieron afectados por este esquema de financiamiento. También cuestionó la Resolución 2114/2011, calificándola como un mecanismo del Estado “para beneficio propio”.
En cuanto al impacto de este tributo en la distribución de películas en el país, el funcionario sostuvo que la medida desalentó la exhibición en salas del interior. “Al imponer un impuesto que crecía con el número de salas, los productores encontraron que ya no era rentable pasar cine en salas pequeñas”, expresó, agregando que, en 2024, de los 800 títulos estrenados en el Área Metropolitana de Buenos Aires, solo 200 llegaron a provincias más pequeñas.
Por otro lado, el Gobierno estableció una actualización en los costos de producción de películas nacionales, fijando en 300 millones de pesos el costo reconocido de un largometraje de presupuesto medio. Este monto, con carácter retroactivo al 1 de septiembre de 2024, triplica el valor determinado en la anterior Resolución INCAA 1607-E/2023.
También se modificaron los subsidios a la producción cinematográfica. En el caso de los largometrajes de animación, el subsidio podrá alcanzar hasta el 43% del costo total; para las producciones de ficción, el límite será del 34%; mientras que en los documentales, el porcentaje máximo será del 17%.
Finalmente, la cuota de pantalla fue restablecida con nuevos parámetros. Se estableció que los complejos con más de ocho pantallas deberán destinar un 6% de sus estrenos anuales a producciones nacionales, mientras que aquellos con hasta ocho pantallas cumplirán con un 4%. Además, las películas nacionales deberán contar con dos funciones diarias en horario central durante toda la semana. En ciudades con menos de 100.000 habitantes, se exigirá al menos una función en la misma franja horaria.