Las diferencias entre el Banfield dirigido por Gustavo Munúa y el anterior bajo Julio Falcioni son palpables y se centran principalmente en el esquema táctico y la disposición de los jugadores en el campo.
Julio Falcioni, conocido por su pragmatismo y por priorizar la solidez defensiva, solía optar por esquemas como el 4-4-2 o el 5-3-2, con una clara orientación hacia mantener el orden y la estructura compacta del equipo. Este enfoque se tradujo en un estilo de juego más conservador, buscando asegurar resultados sin arriesgar demasiado en la fase ofensiva.
Por otro lado, Gustavo Munúa ha llegado a Banfield con una propuesta más dinámica y ofensiva. En su breve período de preparación, ha demostrado una inclinación por el sistema 4-3-3, un esquema que favorece la presión alta y la movilidad en el frente de ataque. Este cambio táctico se vio reflejado en el último amistoso contra Sarmiento, donde el equipo mostró una actitud más agresiva y logró una victoria convincente por 3-1.
Una de las modificaciones más evidentes ha sido la reubicación de jugadores clave. Por ejemplo, Ignacio Rodríguez, quien bajo la dirección de Falcioni jugaba como volante por izquierda, ha sido desplazado al extremo derecho por Munúa. Esta decisión permitió a Rodríguez destacarse en el amistoso, anotando dos goles y demostrando su versatilidad y capacidad goleadora desde una posición más avanzada.
Además, Munúa tiene una visión distinta del papel de los laterales en el equipo. Propone que se cierren hacia el centro del campo, participando activamente en la creación de juego y buscando asociaciones con los extremos. Este enfoque se vio recompensado con el gol de Emanuel Insúa en el mencionado encuentro, donde el lateral demostró su capacidad para sumarse al ataque y finalizar jugadas dentro del área rival.
En términos de jugadores, Munúa está ajustando el equipo para adaptarlo a su estilo de juego. Con las salidas de figuras como Aaron Quirós y Milton Giménez, se vislumbra un nuevo rol para jugadores como Juan Irribarren en el lateral derecho y la integración de jóvenes talentos como Bruno Sepúlveda y Mauricio Roldán en posiciones clave del ataque.
