Hoy 20 de junio a las 23:42 (hora argentina) ocurrirá el solsticio de invierno, un evento astronómico que marca el inicio oficial de la estación más fría del año en el hemisferio sur. Durante esta jornada, el día será el más corto y la noche la más larga del calendario, producto de la inclinación del eje terrestre.
El fenómeno se produce cuando el Sol alcanza su punto más bajo en el cielo, lo que genera una menor cantidad de horas de luz diurna. Esta particularidad se debe a que la Tierra está inclinada 23,44 grados respecto a su plano orbital, y no a la distancia entre el planeta y el astro, como se suele creer.
En el hemisferio sur, esta fecha marca un cambio en la trayectoria solar: el astro rey recorre un trayecto más bajo y breve, provocando una disminución en la radiación solar y un descenso progresivo de las temperaturas. Países como Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay sentirán el impacto directo de esta transición estacional.
Aunque el fenómeno ocurre todos los años, su fecha y horario exactos pueden variar levemente debido a las diferencias entre el calendario gregoriano y el año trópico —el tiempo real que tarda la Tierra en orbitar el Sol—. Esta brecha obliga a realizar ajustes como los años bisiestos para mantener la sincronización.
Más allá de su dimensión científica, el solsticio de invierno ha sido históricamente motivo de celebraciones culturales y rituales en distintas civilizaciones. En América del Sur, por ejemplo, coincide con festividades ancestrales como el Inti Raymi en la región andina o el We Tripantu en comunidades mapuches, ambas vinculadas a la renovación cíclica de la vida.
A partir del 20 de junio, los días comenzarán a alargarse paulatinamente hasta alcanzar su máximo en el solsticio de verano, el 21 de diciembre. Mientras tanto, el invierno de 2025 se extenderá hasta el equinoccio de primavera, previsto para el 22 de septiembre, cuando el día y la noche volverán a igualarse en duración.