El pasado miércoles, Raquel Goya, reconocida artista de Lomas de Zamora, que vive actualmente con su marido Felipe en Llavallol, visitó el Espacio pará la Memoria y la Promoción de los DDHH Pozo de Banfield.
La vocación social siempre estuvo presente en ella desde joven, en el seno de su familia, oriunda de Temperley, donde se hablaba de política, se discutía. No tardó mucho en volcarse a la militancia en esos fervorosos años sesenta.
Su personalidad lúcida, fuerte, atrevida, la distinguen como una mujer que siente Latinoamérica y lo expresa en su obra, rotunda, contundente, de ritmos y masas que aluden a lo telúrico y lo ancestral, con gran sentido para nuestra identidad nacional tan vapuleada e intoxicada por modismos e imposiciones foráneas.
Maestra Nacional de Artes Visuales y Profesora Nacional de Dibujo y Escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón”.
Fue pionera en muchos espacios educativos, artísticos y gremiales porque siempre supo que el compromiso político es clave para la transformación de la sociedad hacia una vida más justa y solidaria. Su historia atravesó dictaduras, represión a estudiantes, persecución, listas negras. Su rebelón, dulce pero concreta, no se ha dejado doblegar por las dificultades.
Su obra Bolivia es una Mujer-Patria, con sus pechos henchidos de vida y un agujero en el pecho, como una herida ancestral de una América que no puede cicatrizar porque siempre está recibiendo golpes. El monumento al Trabajo es una figura de un obrero de la construcción con un taladro neumático, la imagen de la herramienta como prolongación de los brazos, fusión con la pierna que se planta en la tierra y taladra la bronca, el salario digno, la jornada justa, el modelo metalúrgico que nacía en los 50, un modelo industrial que tanto cuesta sostener y posicionar. Todo eso y mucho más es lo que encarna la figura, que está emplazada en Camino Negro y Quesada.
Con generosidad donó al Espacio la obra Hijos de las cárceles, Hijos de la Tortura que podrá ser visitada por todas las personas que concurran al Ex CCDTYE.
La actividad fue una iniciativa de compañeros llavallolenses en articulación con el Espacio para la Memoria, el Municipio y la Mesa de Trabajo del Ex Pozo de Banfield.