jueves 6 febrero, 2025

María Elena Walsh: Vida y obra de una artista comprometida

El 1° de febrero de 1930 nacía en Ramos Mejía María Elena Walsh, una de las figuras más influyentes de la cultura argentina. Poeta, compositora, escritora y referente en múltiples ámbitos, su obra trascendió generaciones con un estilo inconfundible, combinando sensibilidad, ingenio y un profundo compromiso con la realidad. Su legado sigue vigente, en sus canciones, en sus libros y en la memoria colectiva de un país que la convirtió en parte de su identidad.

Desde muy joven, Walsh demostró un talento excepcional para la literatura. A los 17 años publicó su primer libro de poesía, Otoño imperdonable, que recibió el reconocimiento de autores como Pablo Neruda y Juan Ramón Jiménez. Su temprana incursión en los medios escritos le permitió interactuar con importantes intelectuales y posicionarse como una voz innovadora dentro del panorama literario argentino.

En la década del 50, junto a Leda Valladares, exploró y recuperó el folclore tradicional en una serie de discos que marcaron un antes y un después en la música popular. Su mirada sobre la cultura argentina, que equilibraba lo urbano y lo rural, lo tradicional y lo moderno, la convirtió en una artista singular, capaz de dialogar con distintos públicos sin perder la profundidad de su mensaje.

A partir de los años 60, María Elena Walsh revolucionó la literatura infantil con libros como Tutú Marambá, El reino del revés y Dailan Kifki, y al mismo tiempo renovó la canción con obras que trascendieron lo infantil para convertirse en clásicos. Su manera de escribir para chicos, sin subestimarlos ni simplificar su mundo, le valió el reconocimiento y la admiración de generaciones enteras.

Pero su música no solo estuvo dedicada a la infancia. Con canciones como Como la cigarra, Los ejecutivos y Orquesta de señoritas, retrató con ironía y agudeza los tiempos que le tocó vivir. Durante la dictadura militar, su voz crítica se hizo sentir en textos periodísticos como Desventuras en el país-jardín-de-infantes, en el que cuestionaba la censura y el clima opresivo de la época.

“Quien no fue mujer / ni trabajador / piensa que el de ayer / fue un tiempo mejor / y al compás de la nostalgia / hoy bailamos por error”, escribió María Elena Walsh en su canción “Orquesta de señoritas”, publicada en 1976, año en el que Argentina entraría en una de sus etapas más oscuras con la llegada al poder de la última dictadura cívico-militar. Mucho antes del colectivo Ni una menos y de que los movimientos de mujeres eclosionaran en Argentina, la artista ya entonaba canciones incómodas en las que cuestionaba los rígidos roles asignados a mujeres y varones, y se manifestaba contra la misoginia y la violencia machista.

En los años 80, con el regreso de la democracia, muchas de sus canciones se convirtieron en himnos de resistencia y esperanza. Como la cigarra, interpretada por Mercedes Sosa, se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad. Su obra, lejos de envejecer, continuó encontrando eco en las nuevas generaciones, reafirmando su vigencia y su capacidad de interpelar a través de la palabra y la música.

María Elena Walsh falleció el 10 de enero de 2011, pero su legado sigue vivo. Sus libros y canciones forman parte del patrimonio cultural argentino y continúan siendo una referencia ineludible para artistas, educadores y lectores de todas las edades. Su nombre, ligado a la infancia, al arte y al pensamiento crítico, sigue resonando en cada rincón del país, confirmando que hay figuras que nunca dejan de estar presentes.

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