miércoles 5 febrero, 2025

Se cumplen cinco años del asesinato de Fernando Báez Sosa: el reclamo de Justicia sigue vigente

Este sábado, a cinco años del brutal asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, la familia del joven y la sociedad en general recordarán al joven de 18 años con una misa en la Parroquia Santísimo Redentor, en el barrio de Recoleta. La madre de Fernando, Graciela Sosa, convocó a todos a acompañarlos en este difícil momento y reiteró su lucha por justicia. “Seamos todos la voz de Fernando implorando justicia”, expresó en un video publicado en sus redes sociales. El crimen ocurrido el 18 de enero de 2020 sigue siendo un tema central en la agenda judicial, mientras la causa aún está pendiente de resolución por parte de la Suprema Corte bonaerense.

Los ocho condenados por el homicidio, actualmente en la cárcel de Melchor Romero, siguen juntos en el mismo pabellón, aunque su unidad se ha visto fracturada. Durante los últimos meses, algunos de los acusados, como Máximo Thomsen y Matías Benicelli, se han distanciado, llegando a lanzarse acusaciones mutuas sobre su responsabilidad en el crimen. Thomsen, quien ha sido señalado como el autor de la patada mortal, incluso llegó a señalar a su compañero Enzo Comelli como el primero en golpear a Báez Sosa en la salida del boliche. A pesar de estas tensiones, todos siguen compartiendo espacio en el penal, donde se mantienen con esperanza de una revisión favorable por parte de la Corte.

La familia de Fernando, sin embargo, no ha recibido el fallo que esperaba. Aunque el Tribunal de Casación confirmó las penas de prisión perpetua para cinco de los ocho acusados, los fiscales y abogados de la familia continúan luchando para que todos los involucrados reciban la misma condena. Especialmente, la condena a 15 años de prisión para los tres jóvenes restantes, considerados partícipes secundarios, sigue siendo motivo de rechazo para los familiares, quienes siguen solicitando que se les extienda la pena de perpetua a todos los condenados. La madre de Fernando, visiblemente emocionada, insistió: “Lo mataron a traición, no tuvieron piedad y hasta lo discriminaron por su color de piel”.

En cuanto a los acusados, cada uno sigue una estrategia de defensa diferente, con la esperanza de que la Corte bonaerense revise las condenas. Thomsen y Benicelli, por ejemplo, buscan reducir su culpabilidad a un homicidio en riña, que implicaría penas considerablemente menores. Sin embargo, las pruebas en su contra, como el hallazgo de una huella de zapatilla en el rostro de Fernando que coincide con la de Thomsen, complican aún más su defensa. A pesar de los intentos por cambiar el rumbo del juicio, todos esperan una decisión final de la Suprema Corte provincial, aunque el proceso aún no tiene un plazo definido.

La espera por una resolución continúa siendo tensa, tanto para la familia de Fernando como para los condenados. La lucha por justicia, sin embargo, sigue siendo la principal demanda de los que exigen que se haga plena justicia por el crimen que conmovió al país.

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