miércoles 5 febrero, 2025

Fondo Nacional de las Artes: el Gobierno lo reestructura y crece la polémica

El Gobierno anunció una reforma estructural del Fondo Nacional de las Artes (FNA), que cambia profundamente la manera en que se financiarán los proyectos artísticos en el país. Mediante el Decreto 1029/2024, publicado en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei y el jefe de Gabinete Guillermo Francos, se estableció que las “donaciones privadas junto a las ganancias financieras de los créditos serán los únicos recursos que podrán usarse para otorgar becas o subsidios”. Además, los créditos para artistas estarán denominados en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA).

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, justificó la medida afirmando que busca evitar “la licuación del capital” y darle al Fondo “sustentabilidad en beneficio de los artistas”. Según detalló, los créditos serán el principal instrumento de promoción del FNA y estarán sujetos a garantías, como obras de arte o ingresos futuros del solicitante. “El Fondo podrá financiar a los artistas durante los primeros años de su carrera, pero con responsabilidades claras”, explicó el ministro.

El decreto también redefinió las actividades artísticas y literarias alcanzadas, que incluyen desde las artes plásticas y la cinematografía hasta las expresiones folclóricas. Sin embargo, se estableció que cualquier utilización de recursos o infraestructura financiada por el Fondo deberá alinearse estrictamente con los objetivos artísticos del organismo. Por otro lado, el FNA podrá recibir donaciones, legados y contribuciones destinadas tanto a su funcionamiento general como a programas específicos.

En defensa de la reforma, Sturzenegger apuntó contra la “ineficiencia” que, según su criterio, caracterizó al Fondo en gestiones anteriores. “En 2023, el 72% de su presupuesto fue destinado a gastos de funcionamiento, dejando apenas un 28% para el apoyo directo al arte”, señaló. Por ello, destacó medidas como la reducción del 25% del personal y la conversión del Consejo Directivo en un organismo ad honorem. “El FNA ahora será una institución más eficiente, enfocada en ofrecer oportunidades reales en lugar de mantener una burocracia costosa”, concluyó el ministro.

La reforma no estuvo exenta de polémica. Para muchos sectores culturales, la decisión de priorizar créditos sobre subsidios plantea un desafío significativo en un contexto económico adverso. Aunque el gobierno asegura que busca beneficiar a los artistas, las críticas apuntan a que estas medidas podrían limitar el acceso al financiamiento para quienes más lo necesitan, dejando el desarrollo artístico en manos de intereses privados y restringiendo el apoyo estatal.

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