viernes 18 octubre, 2024

Por el ajuste de Milei, la Universidad de Quilmes no abre inscripciones y 3.500 alumnos quedarán afuera

La Universidad Nacional de Quilmes decidió no abrir la inscripción para las carreras vinculadas al rubro informático para el ciclo lectivo de 2025, una medida que dejará a 3.500 aspirantes sin la posibilidad de acceder a la educación superior en este campo. Esta drástica decisión se debe a recortes presupuestarios que han generado una profunda crisis en la institución, afectando la disponibilidad de docentes, aulas y recursos tecnológicos necesarios para el desarrollo de estas carreras.

En un encuentro reciente, el rector de la universidad comunicó la situación a los profesores y autoridades, destacando que “en cada octubre se abre la inscripción para el año siguiente, pero en esta ocasión la Universidad de Quilmes no podrá hacerlo en las carreras de informática”. Este anuncio ha causado preocupación entre la comunidad educativa, ya que cerca del 30% de los nuevos ingresantes se quedarán sin la oportunidad de formarse en un área con alta demanda laboral.

Las autoridades de la Universidad subrayaron que esta decisión, aunque “dolorosa y antipática”, es pragmática. Una de las autoridades mencionó que “preferimos esto antes que incurrir en una estafa académica, que sería una promesa de formación adecuada que sabemos que luego no podremos cumplir”. Este planteo pone de manifiesto la crítica situación que enfrenta la educación superior en el país, donde las universidades deben lidiar con una falta generalizada de recursos, especialmente en un contexto de recortes constantes por parte del gobierno.

El impacto de estos recortes es evidente en el estado de la infraestructura y en los salarios de los docentes. Datos recientes indican que el 55% de los trabajadores de la Universidad de Quilmes está por debajo de la línea de la pobreza, y un 30% no alcanza a cubrir ni siquiera la canasta básica alimentaria. A pesar de la narrativa oficial que sostiene que las universidades benefician solo a los sectores más acomodados, el 51% de los estudiantes de esta institución trabaja para poder estudiar y un 78% es primera generación de universitarios.

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