La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora llevó adelante las Jornadas Internacionales de Compostaje de Residuos Orgánicos de Alto Volumen, un encuentro académico y técnico que convocó a referentes nacionales e internacionales para analizar el rol del compostaje en la gestión sostenible de residuos, la mitigación del metano y el desarrollo de nuevas oportunidades productivas.
El panel inicial abordó un dato clave: en Argentina se generan cerca de 270 millones de toneladas de residuos orgánicos por año, de los cuales alrededor del 80% proviene de la producción, el procesamiento y el consumo de alimentos. Este volumen representa una oportunidad para avanzar en modelos de economía circular, ya que permite transformar grandes cantidades de desechos en compost, bioinsumos y materia orgánica útil para la recuperación de suelos.
A lo largo de la jornada se presentaron aportes técnicos sobre los beneficios del compostaje para la agricultura y el ambiente. Entre ellos se destacaron la mejora de la estructura del suelo, el aumento de la retención de agua y nutrientes, el estímulo a la biodiversidad microbiana y la mayor resiliencia frente a sequías, erosión y cambios climáticos. Se remarcó además que el uso eficiente del compost contribuye a reducir la dependencia de fertilizantes químicos y los costos productivos, favoreciendo especialmente a pequeños productores y huertas comunitarias.
El encuentro también profundizó en las diferencias entre el compostaje y la disposición en rellenos sanitarios. Mientras que la degradación anaeróbica en vertederos genera metano —uno de los gases de efecto invernadero más potentes—, el proceso aeróbico del compostaje reduce estas emisiones y favorece el secuestro de carbono en los suelos.
Entre los ejes desarrollados, especialistas de organismos internacionales presentaron el panorama regional respecto a la generación de residuos orgánicos, que en América Latina representan entre el 40% y el 60% de los desechos totales. También se compartieron experiencias de modelos de negocio, tecnologías disponibles y casos exitosos que demuestran la viabilidad de avanzar hacia sistemas más eficientes y sostenibles.
Otra parte del programa estuvo enfocada en los impactos ambientales de la gestión inadecuada de residuos orgánicos, en particular la contaminación de suelos, acuíferos y cuerpos de agua por lixiviados, así como la producción de gases de efecto invernadero. Asimismo, se analizaron los criterios necesarios para obtener compost de calidad, que incluyen el control de temperatura, la gestión responsable de materias primas, la trazabilidad de procesos y la protección del personal involucrado.
Las jornadas dedicaron un bloque específico a la educación ambiental y a los hábitos de consumo, señalados como pilares para garantizar la separación en origen y la reducción de desperdicios alimentarios. La sensibilización de la ciudadanía, la planificación de compras y el tratamiento correcto de los residuos fueron señalados como pasos indispensables para el éxito de las iniciativas de compostaje en gran escala.
El cierre del encuentro puso en valor la vinculación entre ambiente, salud, producción y educación, destacando el potencial del compostaje para reducir emisiones de metano, generar empleos verdes, restaurar suelos degradados y fortalecer iniciativas de economía circular. Además, se presentó la experiencia que la Facultad desarrolla en su propio campus, donde se implementa un proyecto de compostaje y restauración con la participación de la comunidad universitaria.
Las primeras Jornadas Internacionales de Compostaje de Alto Volumen consolidaron un hito para la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLZ, al promover el intercambio de conocimientos y herramientas aplicadas que permiten proyectar políticas y acciones para una gestión sostenible de los residuos orgánicos en el país y la región.


